América Latina es una de las regiones más postergadas en el mundo en términos económicos, lo cual puede ser “un espanta inversiones” para algunos y como una oportunidad para otros. Entre estos últimos aparece Credicorp Capital, compañía de asesoría y gestión de inversiones del Grupo Credicorp (holding multinacional de origen peruano).
En los últimos días, Credicorp Capital publicó un informe en el que destaca las cinco principales razones para que los inversionistas miren hacia la región.
En el documento, la compañía asegura que Latinoamérica cuenta con una abundancia de recursos estratégicos, como minerales, petróleo, gas y tierras agrícolas fértiles. “Esta diversidad proporciona una sólida base para el desarrollo económico y la inversión en la región. Estos recursos son vitales en sectores clave como la tecnología y la energía, situando a América Latina en una posición privilegiada para convertirse en una potencia de materias primas en el siglo XXI”, escribieron los analistas de Credicorp Capital.
Cinco razones para invertir en América Latina
Según James Loveday, head de Asset Management de Credicorp Capital, las cinco principales razones por las que un inversionista debería mirar a Latinoamérica son:
- Rendimientos altos y diversidad de oportunidades: “Los inversores en América Latina pueden esperar rendimientos potencialmente altos y una variedad de oportunidades de inversión, así como una gama de productos financieros que ofrecen opciones atractivas para ahorrar y hacer crecer su capital a lo largo del tiempo”, escribió el ejecutivo.
- Estabilidad macroeconómica: “En la región existe una fortaleza en la institucionalidad económica, que incluye independencia de los bancos centrales, política fiscal creíble que incluye reglas fiscales, flotación cambiaria y objetivos claros en la reducción y control de la inflación, que proporcionan un entorno propicio para la inversión a largo plazo”, añadió Loveday
- Sectores en desarrollo: “América Latina cuenta con una variedad de sectores en desarrollo que ofrecen perspectivas atractivas para el crecimiento a largo plazo, brindando a los inversionistas la oportunidad de obtener ganancias sustanciales en áreas como la tecnología, la energía renovable y la infraestructura”, detalló.
- Posición geopolítica favorable: “La región se beneficia de su posición relativamente neutral en los conflictos geopolíticos globales y su papel como proveedora de materias primas clave. Esta estabilidad geopolítica ofrece un entorno favorable para la inversión y el crecimiento económico sostenible”, sostuvo.
- Integración financiera: “Se han logrado avances significativos en la integración de los ecosistemas financieros de la región, destacando acuerdos como la integración de las bolsas de valores de Chile, Colombia y Perú. Esta integración creará un mercado robusto y atractivo para inversores extranjeros y nuevos participantes, brindando oportunidades de inversión adicionales y fomentando la competencia y la transparencia en el sector financiero”, sentenció Loveday.
La violencia, un freno al desarrollo
El Banco Mundial (BM) ajustó a la baja sus proyecciones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe y ahora espera que el PIB regional se expanda solo un 1,6% en 2024, por debajo del 2,3% estimado tanto en enero pasado como en octubre, lo que será “insuficiente para impulsar prosperidad” y con esto retrocede a los niveles de la década de 2010.
“A pesar de la sólida gestión macroeconómica de la región, las perspectivas de crecimiento siguen siendo bajas, no solo debido a las condiciones mundiales, sino también a temas estructurales que nunca han sido abordados”, dijo el Banco Mundial en sus nuevas proyecciones de crecimiento.
La rebaja del desempeño del PIB está asociada a bajos niveles de inversión y consumo interno, altas tasas de interés, elevados déficits fiscales, caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las perspectivas de importantes socios como Estados Unidos, China, Europa y otros países del G7.
A estos factores, se suma el hecho de que la violencia “se ha vuelto más severa y generalizada” en algunos países de Latinoamérica, lo que está “comprometiendo los avances en la atracción de inversiones logrados por la estabilidad macroeconómica”.
El organismo señaló que Latinoamérica y el Caribe “es la región más violenta del mundo, y la única donde la violencia crece”.