Bloomberg — Elon Musk destacó planes para expandir la red Supercharger de Tesla Inc. (TSLA) justo una semana después de despedir a casi todos los aproximadamente 500 empleados que dirigían el negocio.
Tesla gastará “mucho más de” US$500 millones en expandir su red este año, escribió Musk en X, la red social que él posee. Hace diez días, publicó que la compañía planeaba agregar cargadores a un ritmo más lento y enfocarse más en el tiempo de actividad y las ubicaciones existentes.
Musk no ha ofrecido detalles sobre cómo operará el negocio de carga después de que despidió a su directora senior y a prácticamente todos los que trabajaban bajo sus órdenes a finales del mes pasado. La medida supuso un shock tanto para los clientes como para otros fabricantes de automóviles que están empezando a utilizar sus enchufes. Los ejecutivos de los fabricantes que firmaron acuerdos el año pasado para acceder a los supercargadores de Tesla dicen que no han podido comunicarse con representantes de la compañía con sede en Austin.
Las acciones de Tesla cayeron hasta un 2,4% a las 11:30 am del viernes en Nueva York. La acción ha caído más del 30% este año.
Si bien Tesla proporciona actualizaciones trimestrales sobre la cantidad de estaciones y conectores Supercharger, no ha compartido información regularmente sobre cuánto se gasta en la red. No está claro cómo se compara el gasto de más de US$500 millones al que se refirió Musk con inversiones pasadas. No respondió a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.
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El director del negocio de carga de vehículos eléctricos de BP Plc (BP) en Estados Unidos dijo a Bloomberg esta semana que la petrolera estaba ansiosa por intervenir y trabajar con cualquier socio inmobiliario que Tesla pudiera haber abandonado. El director ejecutivo de Blink Charging Co. (BLNK), Brendan Jones, también dijo el jueves que la compañía estaba preparada para aprovechar la retirada de su competidor.
El cambio repentino de Musk es reminiscente de cuando el director ejecutivo anunció abruptamente a principios de 2019 que Tesla cerraría la mayoría de sus tiendas y cambiaría las ventas casi completamente en línea. Diez días después, después de que los propietarios se negaron a dejar que la compañía cancelara los contratos de arrendamiento, Musk dio marcha atrás y anunció que Tesla aumentaría los precios de los vehículos.
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