Bloomberg — México estudia opciones para absorber hasta US$40.000 millones en deuda de Pemex, el equivalente a lo que vencerá en el próximo período presidencial, dijo uno de sus principales funcionarios financieros a inversionistas en Nueva York.
El Gobierno está considerando opciones que podrían incluir la recompra de bonos emitidos por la estatal Petróleos Mexicanos o la emisión de deuda soberana para financiar las compras, dijo el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, a los inversionistas, según personas que participaron en la reunión. El plan sería gradual y se ejecutaría a lo largo de los próximos seis años, y cualquier operación significativa requeriría cambios legislativos, dijo en la reunión.
Yorio declinó dar detalles a los inversionistas sobre la opción por la que se inclina el Gobierno. Otros caminos potenciales incluyen eliminar más impuestos y pasar a una política de pago de dividendos, dijo una de las personas. También indicó que espera ser nombrado para un puesto en la Secretaría de Hacienda o en Pemex en la próxima Administración, agregaron las personas, que pidieron no ser identificadas debido a que la conversación fue de carácter confidencial.
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Los US$4.000 millones en bonos en circulación de Pemex con vencimiento en 2027 cayeron alrededor de 0,8 centavos el miércoles a alrededor de 94 centavos por dólar. Los instrumentos a más largo plazo de la compañía con vencimiento en 2050 se cotizaban a alrededor de 70 centavos por dólar, lo que subraya el nerviosismo de los inversionistas sobre cómo México planea abordar la enorme carga de deuda de la compañía en el largo plazo.
Yorio está a las órdenes del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, a quien la candidata presidencial Claudia Sheinbaum ha instado públicamente para que permanezca en su puesto en su campaña por mantener al partido gobernante en el poder.
Un portavoz de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios enviada el miércoles fuera del horario laboral. Pemex tampoco respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
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Pemex se erige como uno de los mayores retos que heredará la próxima presidenta de México, dada la carga de deuda de US$102.000 millones de la empresa, la que ha aumentado tanto en los últimos años que ha obstaculizado el acceso al mercado.
Sheinbaum dijo a Bloomberg el mes pasado que el Gobierno trabajaría para refinanciar la deuda de Pemex antes de los grandes vencimientos que se avecinan en 2025. Si bien el Gobierno ha dicho que cubriría la mayor parte de la deuda que vence este año, tiene otros US$6.800 millones en bonos que vencen el próximo año.
El presidente en ejercicio, Andrés Manuel López Obrador, ha apuntalado financieramente a la empresa en los últimos años, otorgando a Pemex alrededor de US$80.000 millones en apoyo en forma de inyecciones de efectivo y exenciones fiscales desde que llegó al poder en 2018. Las elecciones de México se celebrarán el 2 de junio, con una transición de poder a principios de octubre.
La producción de petróleo de Pemex se ha desplomado a la mitad desde su máximo hace unas dos décadas. La empresa se ha visto asolada por accidentes, derrames de petróleo y fugas de metano, mientras que el dinero que podría destinarse a reparar infraestructura obsoleta se gasta en el pago de intereses y facturas impagas.
Ramírez de la O dijo esta semana que el Gobierno mexicano seguiría proporcionando apoyo financiero directo a Pemex mientras refinancia su deuda, y que la empresa y el Gobierno también empezarían a estudiar opciones de reducción de costos para apuntalar las finanzas de la petrolera.