EE.UU. suspende envío de armas a Israel por los planes de invasión de Rafah

Esta medida revela las crecientes tensiones entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden

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Bloomberg — Estados Unidos detuvo un envío de bombas a Israel por temor a una posible ofensiva militar contra la ciudad gazatí de Rafah, según un alto funcionario de la administración.

El envío debía contener 3.500 bombas, repartidas a partes iguales entre explosivos de 2.000 y 500 libras, según el funcionario.

A EE.UU. le preocupan los daños que las bombas de gran tamaño podrían causar en zonas urbanas densamente pobladas como Rafah, donde alrededor de 1.4 millones de palestinos se refugian de la guerra de Israel contra Hamás. Washington no ha tomado una decisión definitiva sobre si proceder o no con el envío, según el funcionario.

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La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declinó hacer comentarios y no está claro si este retraso tendrá mucha repercusión en las operaciones militares en Gaza. No obstante, este hecho pone de manifiesto las crecientes tensiones entre Netanyahu y el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se ha mostrado contrario a un ataque a Rafah y reiteró este mensaje en una llamada telefónica entre ambos líderes el lunes.

Washington ha intensificado sus críticas a Israel en los últimos meses, afirmando que no está haciendo lo suficiente para proteger a los civiles y permitir la entrada de ayuda en el asediado territorio palestino, partes del cual, según Naciones Unidas, están al borde de la hambruna. Al mismo tiempo, Biden ha dicho que su apoyo a Israel es férreo y ha defendido su derecho a seguir una estrategia de destrucción de Hamás, grupo islamista respaldado por Irán.

Una medida no nueva

No es la primera vez que Estados Unidos utiliza este tipo de herramienta contra Israel, aunque dista mucho de ser habitual.

El expresidente Barack Obama retrasó la entrega de misiles Hellfire durante varias semanas en 2014 durante una ronda anterior de combates en Gaza. Antes de eso, Ronald Reagan detuvo un envío de proyectiles de artillería de tipo racimo tras la invasión israelí del Líbano en 1982. Y Richard Nixon retuvo el suministro de armas durante la primera semana de la guerra del Yom Kippur de 1973.

George H. W. Bush retuvo miles de millones en garantías de préstamos a principios de la década de 1990 en protesta por la construcción de asentamientos judíos en territorios palestinos, pero no tocó la venta de armas.

La decisión de Biden, de la que informó anteriormente Associated Press, marca uno de los momentos más significativos de discordia entre Israel y su aliado más importante desde el asalto de Hamás del 7 de octubre, que inició la guerra. Hamás, designada organización terrorista por Estados Unidos, mató a 1.200 personas y secuestró a unas 250 cuando sus combatientes irrumpieron en el sur de Israel desde Gaza.

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Los bombardeos de represalia y la ofensiva terrestre de Israel sobre el enclave mediterráneo han causado la muerte de casi 35.000 personas, según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás.

Biden dijo a Netanyahu el mes pasado, tras la muerte de trabajadores humanitarios de World Central Kitchen en un ataque israelí, que el apoyo continuado de Estados Unidos a la guerra dependería de que se tomaran nuevas medidas para proteger a los civiles.

Estados Unidos firmó recientemente un paquete de ayuda exterior que contenía miles de millones de dólares de nueva asistencia para Israel. El envío ahora en pausa no estaba relacionado con esos fondos, según el funcionario de la administración. Las transferencias de armas que se están revisando procedían de fondos previamente asignados y la Casa Blanca se ha comprometido a garantizar que Israel reciba toda la nueva ayuda a la seguridad nacional, dijo el funcionario.

EE.UU. ha instado a Israel a no atacar Rafah a menos que pueda sacar primero a los civiles. Los funcionarios estadounidenses tienen serias dudas de que eso pueda hacerse de forma rápida y segura.

Esta semana, Israel dijo a los residentes de algunas zonas del este de Rafah que se marcharan inmediatamente, en un posible preludio de un asalto. Les instó a desplazarse hacia el norte, a una “zona humanitaria” cercana a la ciudad gazatí de Jan Yunis, gran parte de la cual ha quedado destruida. Israel dice que está trabajando para garantizar que habrá suficientes tiendas, alimentos y medicinas para los civiles.

El ejército israelí también tomó el control y cerró el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto el martes. Se trata del principal punto de entrada de ayuda a Gaza y Naciones Unidas ha declarado que debe reabrirse rápidamente.

El miércoles, las autoridades israelíes reabrieron el cercano paso fronterizo de Kerem Shalom y afirmaron que camiones con suministros humanitarios estaban entrando en Gaza. Se cerró el domingo después de que los cohetes de Hamás mataran a cuatro soldados israelíes.

Conversaciones en Rafah

Por el momento, las autoridades israelíes afirman que sus operaciones en Rafah son limitadas y restan importancia a la idea de que se haya iniciado una ofensiva en toda regla.

Las conversaciones entre funcionarios estadounidenses e israelíes sobre Rafah continúan y aún no han abordado plenamente las preocupaciones de Estados Unidos, según el funcionario estadounidense. William Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia, viajó a Jerusalén este miércoles para hablar con Netanyahu sobre sus planes para la ciudad y las negociaciones de alto el fuego con Hamás.

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“Dos cosas pueden ser ciertas a la vez”, dijo el martes la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sin referirse a la pausa en la transferencia de armas. “Israel tiene el derecho y la responsabilidad de defenderse, y vamos a seguir velando por su seguridad y ayudándoles en ello. Y al mismo tiempo, tienen el derecho y la obligación de tener cuidado con las víctimas civiles y hacer llegar más ayuda humanitaria”.

Las conversaciones de tregua siguen estancadas por la exigencia de Hamás de que cualquier pausa en los combates sea permanente. Israel afirma que la guerra no puede terminar -incluso si se produce una pausa para una tregua de semanas- hasta que Hamás se rinda o sea derrotada como organización militar y de gobierno.

Desde que comenzó la guerra en octubre, Estados Unidos ha enviado más de 200 aviones cargados de armas y municiones para ayudar a Israel. Biden ha dicho que no hay ninguna circunstancia en la que dejaría de enviar municiones para la defensa de Israel, incluidas las utilizadas para el sistema Cúpula de Hierro, que intercepta cohetes y misiles disparados contra el Estado judío.

Dependencia de EE.UU.

EE.UU. es el mayor proveedor de armas de Israel. Fue la fuente de casi el 70% de las importaciones entre 2014 y 2018, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.

Un reciente informe del Ministerio de Finanzas sugiere que Israel dependerá en gran medida del armamento estadounidense en los próximos años. Sus necesidades probablemente aumentarán debido a la guerra en Gaza y al aumento del gasto en defensa para contrarrestar amenazas como las de los militantes de Hezbolá en Líbano.

Alemania e Italia se encuentran entre los siguientes mayores exportadores de municiones y artículos de defensa a Israel. Italia ha suspendido todas las ventas de armas al Estado judío -como suele hacer cuando un país está en guerra-, pero sigue cumpliendo los acuerdos suscritos antes del 7 de octubre.

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