Bloomberg — Vladimir Putin, que ha gobernado Rusia durante todo el siglo XXI, juró su cargo para un quinto mandato, en medio de un renovado pulso nuclear con Occidente por su guerra en Ucrania.
Colocando su mano sobre un ejemplar de la Constitución rusa, Putin juró el cargo en su toma de posesión este martes en el dorado esplendor imperial de la Sala de San Andrés del Kremlin.
Los rusos “han confirmado la corrección del rumbo del país. Esto es de gran importancia en estos momentos, cuando nos enfrentamos a graves desafíos”, dijo a los funcionarios y dignatarios reunidos. Rusia está dispuesta a dialogar con Occidente, “pero sólo en igualdad de condiciones, respetando los intereses de cada uno”, dijo Putin.
Putin, de 71 años, que ya es el gobernante del Kremlin que más tiempo lleva en el poder desde el dictador soviético Josef Stalin, inicia otro mandato de seis años tras obtener un porcentaje récord del 87% en las elecciones presidenciales de marzo, unas elecciones férreamente controladas en las que no se enfrentó a ninguna competencia seria. Está inmerso en un enfrentamiento cada vez más profundo con Estados Unidos y sus aliados, que han enviado a Ucrania decenas de miles de millones de dólares en armas para defenderse de la invasión rusa de 2022, que desencadenó el peor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La ceremonia de investidura tuvo lugar un día después de que Putin ordenara al ejército realizar simulacros de combate con armas nucleares tácticas en respuesta a lo que Rusia calificó de declaraciones “provocadoras” de dirigentes occidentales.
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Tensiones con Europa y Estados Unidos
Su portavoz, Dmitry Peskov, achacó el “repunte sin precedentes de las tensiones” a los comentarios del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el envío de tropas a Ucrania y a la declaración del ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, de que las armas británicas pueden ser utilizadas por Kiev para golpear a Rusia.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte condenó como “peligrosa e irresponsable” a la retórica nuclear de Rusia.
Putin ha gobernado Rusia desde el año 2000, conservando el poder como primer ministro cuando instaló a Dmitri Medvédev como presidente entre 2008 y 2012 para cumplir con los límites de mandato. En 2020 eliminó ese obstáculo cambiando la Constitución para concederse hasta dos mandatos más, lo que le permitiría seguir siendo presidente potencialmente hasta 2036, cuando tendrá 83 años.
Con la guerra en su tercer año, las fuerzas rusas están presionando su ventaja en el este de Ucrania mientras las tropas de Kiev esperan la llegada de nueva ayuda militar de EE.UU. después de que el Congreso aprobara el mes pasado un paquete de apoyo de US$61.000 millones. Rusia ocupa algo menos del 20% del territorio ucraniano e intenta avanzar a través de la línea del frente contra un ejército ucraniano que lucha con sus menguantes reservas de hombres y municiones.
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La economía rusa se está adaptando a las sanciones internacionales sin precedentes impuestas en respuesta a la guerra, mientras el gobierno se aleja de Europa para acercarse a China, India y los países del llamado Sur Global.
Putin tiene previsto visitar China la próxima semana en la primera visita al extranjero de su nuevo mandato, lo que subraya la importancia de su relación con el presidente de ese país, Xi Jinping. China ha ayudado a Rusia a capear el impacto de las sanciones de Estados Unidos y sus aliados del Grupo de los Siete y ha prestado apoyo diplomático a Putin en el marco de una amistad “sin límites”, aun cuando Pekín declara que mantiene una postura neutral en la guerra.
El presidente ruso, que ha instado a los países a comerciar con sus monedas nacionales y a prescindir del dólar, organizará una cumbre del grupo de naciones BRICS en octubre. La organización que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se amplió en enero con la incorporación de nuevos miembros, entre ellos Emiratos Árabes Unidos y Egipto, mientras que Arabia Saudí sigue sopesando una invitación para unirse.
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