Bloomberg — El economista jefe del Banco Central Europeo, Philip Lane, afirmó que los últimos datos de la zona euro le han hecho estar más seguro de que la inflación está volviendo al objetivo del 2%, lo que aumenta la probabilidad de un primer recorte de las tasas de interés en junio.
En una entrevista concedida al diario español El Confidencial, el funcionario irlandés citó un informe sobre los precios al consumo de la semana pasada, que mostraba que las presiones en el sector servicios habían disminuido por primera vez desde noviembre. Según Lane, se trata de “un paso inicial importante en la próxima fase de reducción de la inflación”.
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“Tanto la estimación preliminar de abril para la inflación de la zona euro como la cifra del PIB del primer trimestre mejoran mi confianza en que la inflación vuelva al objetivo en el momento oportuno”, declaró. “Así que, a día de hoy, mi nivel de confianza personal ha mejorado en comparación con nuestra reunión de abril. Pero, por supuesto, llegarán más datos de aquí a junio”.
Aunque la inflación se mantuvo en el 2,4% el mes pasado, la medida subyacente que elimina los elementos volátiles, como la energía y los alimentos, siguió retrocediendo. Por su parte, la producción interior bruta aumentó un 0,3% en los tres primeros meses del año, más de lo esperado por los economistas.
Los datos no cambiaron mucho las expectativas de que los responsables del BCE bajarán los costes de los préstamos en su reunión del 6 de junio, por primera vez tras su aluvión de subidas. Lo que suceda después no está tan claro, y muchos observadores especulan sobre cómo afectará a la zona euro un posible retraso de la relajación monetaria en Estados Unidos.
Más tarde, el lunes, el jefe del banco central lituano, Gediminas Simkus, reiteró que prevé tres reducciones de los costes de financiación en 2024.
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“Si todo evoluciona como se prevé, creo que en el futuro se producirán otros recortes de las tasas de interés”, declaró a la prensa en Vilna. “Este año esperaría tres recortes y no estoy seguro de que sean cuatro”.
Lane dijo que el BCE se guiará por las perspectivas europeas, y que los efectos combinados de las decisiones tomadas por la Reserva Federal estarían “en gran medida contenidos”.
“No deberíamos exagerar el impacto”, dijo. “La economía de EE.UU. y las tasas de interés estadounidenses afectan a la zona del euro de diferentes maneras, y esencialmente, estos diferentes mecanismos funcionan en direcciones opuestas”.
Lane también dijo que los funcionarios vigilarán de cerca los acontecimientos en Medio Oriente, y que deben ser “muy cuidadosos” en sus análisis.
“Es una evaluación mes a mes, pero a largo plazo tenemos que aceptar que vivimos en un mundo que va a enfrentarse a muchas tensiones geopolíticas durante varios años”, dijo.
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