Bloomberg — Moody’s calificó la perspectiva crediticia de Brasil de estable a positiva, citando la implementación de reformas estructurales que han fortalecido las perspectivas de crecimiento económico en la nación latinoamericana.
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La mejora en la perspectiva se produce mientras Brasil intenta recuperar el estatus de grado de inversión que perdió hace casi una década. Moody’s califica la calificación crediticia del país dos escalones por debajo del grado de basura en Ba2.
“Un crecimiento más sólido combinado con un progreso continuo, aunque gradual, hacia la consolidación fiscal, puede permitir que la carga de la deuda de Brasil se estabilice”, escribió la analista Samar Maziad en un comunicado.
Ha pasado mucho tiempo desde que Moody’s tomó medidas sobre la calificación de Brasil. Desde que rebajó el país a basura en 2016, ha cambiado varias veces la perspectiva, pasando de estable a negativa en 2017, luego nuevamente a estable al año siguiente. Confirmó la calificación y la perspectiva estable dos veces, en 2020 y 2022.
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Los inversores han recibido con satisfacción un marco fiscal presentado por la administración de Luiz Inacio Lula da Silva y la esperada reforma del código tributario del país. Sin embargo, los movimientos no fueron suficientes para disipar por completo los temores sobre la trayectoria de la deuda de Brasil y las perspectivas a largo plazo para el crecimiento económico, que se vieron exacerbados en abril cuando el ministro de Economía, Fernando Haddad, presentó un objetivo menos ambicioso para 2025 debido a la creciente presión sobre el gasto público.
Fitch Ratings y S&P Global Ratings mejoraron la calificación de Brasil a BB el año pasado.
--Con la ayuda de Martha Beck.
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