Bloomberg — La confianza de los consumidores estadounidenses cayó en abril a su nivel más bajo desde mediados de 2022, al deteriorarse la opinión de los estadounidenses sobre el mercado laboral y sus perspectivas para la economía.
Según los datos publicados el martes, el indicador de confianza del Conference Board descendió hasta 97 puntos, desde los 103,1 de marzo, revisados a la baja. La cifra supuso el tercer descenso consecutivo y se situó por debajo de todas las estimaciones de una encuesta de Bloomberg entre economistas.
Las expectativas para los próximos seis meses cayeron a 66,4, también el nivel más bajo desde julio de 2022. La medida de las condiciones actuales descendió a 142,9.
La confianza se sitúa ahora en el extremo inferior de su intervalo reciente, ya que los consumidores se enfrentan a una inflación elevada, unos elevados costes de los préstamos y un mercado laboral que se enfría gradualmente. Otro indicador de la confianza también se ha movido a un lado, mientras los votantes esperan los resultados de noviembre para saber qué rumbo tomará la economía.
“Los consumidores se mostraron menos positivos sobre la situación actual del mercado laboral y más preocupados por las condiciones futuras de las empresas, la disponibilidad de empleo y los ingresos”, declaró en un comunicado Dana Peterson, economista jefe del Conference Board.
Aunque las expectativas de inflación se mantuvieron estables, las preocupaciones de los consumidores estuvieron “dominadas” por los elevados precios de los alimentos y la gasolina, dijo Peterson.
La opinión de los estadounidenses sobre el mercado laboral se debilitó. Una proporción menor de consumidores dijo que los empleos eran “abundantes” y más dijeron que eran “difíciles de conseguir”. La diferencia entre ambas -una métrica muy seguida por los economistas para calibrar la fortaleza del mercado laboral- cayó a su nivel más bajo desde noviembre.
Las perspectivas del mercado laboral también empeoraron. La proporción de encuestados que esperan que haya más puestos de trabajo disponibles en los próximos seis meses cayó a su nivel más bajo desde 2011. Sus expectativas de ingresos también se deterioraron.
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Esto podría ser una señal preocupante para el gasto de los consumidores. Casi la mitad de los encuestados dijeron que reducirían sus salidas a cenar para ahorrar dinero en los próximos seis meses, mientras que otros también citaron la ropa y el entretenimiento como áreas para reducir o eliminar el gasto, según una pregunta especial de la encuesta.
Esto se reflejó en la reducción de los planes de compra de coches, casas y electrodomésticos. También descendió la intención de irse de vacaciones.
Un informe publicado el martes mostró que un amplio indicador de los costes laborales en EE.UU., estrechamente vigilado por la Reserva Federal, se aceleró en el primer trimestre más de lo previsto, lo que ilustra las persistentes presiones salariales que mantienen elevada la inflación.
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