Bloomberg — El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha declarado que está considerando dimitir debido a los ataques a los que él y su esposa se han enfrentado en las últimas semanas.
Sánchez, de 52 años, dijo que cancela todas sus apariciones públicas durante los próximos días para reflexionar sobre la situación y que anunciará su decisión el 29 de abril.
“¿Merece la pena todo esto?”, se preguntaba en una carta abierta publicada en X. “Sinceramente, no lo sé”.
Este miércoles, un tribunal español anunció que abría una investigación a raíz de una denuncia penal presentada por un pequeño sindicato más conocido por sus acciones legales. La investigación se centrará en la esposa de Sánchez, Begona Gómez, por presunto tráfico de influencias en relación con negocios pasados mientras trabajaba para una universidad.
La organización que presentó la denuncia es un grupo “de extrema derecha”, dijo Sánchez. El escándalo ha sido ampliamente cubierto durante semanas por un grupo de sitios web de noticias, la mayoría de ellos críticos con el Gobierno. En su carta, Sánchez dice que el juez citará como testigos a los responsables de estas webs que son “claramente de derechas y de extrema derecha”.
Sánchez también dijo que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo, que encabeza el conservador Partido Popular, y Santiago Abascal, del partido de extrema derecha Vox, están llevando a cabo una estrategia de “acoso y derribo” dirigida contra él desde hace meses.
Gómez, que ha mantenido casi siempre un perfil público bajo desde que su marido se convirtió en presidente en 2018, se ha encontrado en el punto de mira tras las noticias que apuntan a que una vez mantuvo una relación comercial con los propietarios de la empresa turística, que llegó a recibir un importante paquete de rescate respaldado por el Estado durante la pandemia.
El PP de Feijoo ha aprovechado el escándalo de Gómez para atacar a Sánchez, pidiendo al primer ministro y a su esposa que den explicaciones formales. Para evitar un conflicto de intereses, el PP afirma que Sánchez debería haberse excusado de asistir a una reunión del gabinete en la que se aprobó el paquete de rescate empresarial.
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