Bloomberg — Un indicador de las divisas de los países en desarrollo cayó a su nivel más bajo desde noviembre, ante la subida del dólar y la incertidumbre sobre el calendario de los recortes de las tasas de interés en la mayor economía del mundo.
El real brasileño y el peso mexicano fueron las monedas que más cayeron el martes, con sendas caídas de al menos un 1,5% frente al dólar, mientras que la rupia se hundió más de un 2%, obligando al Banco de Indonesia a intervenir para sostenerla. La inesperada decisión de China de debilitar su tasa de referencia diario para el yuan también aumentó la presión.
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La aversión al riesgo hizo que los rendimientos de los bonos estadounidenses a dos años se acercaran al 5%, mientras que el dólar extendió su repunte a una quinta sesión. Los mercados monetarios ahora están empujando las expectativas de un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal hasta noviembre. Los inversores también están nerviosos por las tensiones en Oriente Medio tras el ataque del fin de semana de Irán a Israel.
“Las divisas emergentes parecen haber tenido un movimiento desmesurado, como suele ocurrir en situaciones en las que se combinan un sentimiento de aversión al riesgo y unos rendimientos estadounidenses más elevados”, dijo Thierry Wizman, responsable de divisas y tipos de interés globales de Macquarie.
Las divisas de Brasil, Colombia y México, que tienen las tasas reales más altas del mundo, se han visto afectadas por las fuertes oscilaciones de los precios, que han desbaratado las operaciones de carry trade que las han convertido en favoritas. El peso mexicano borró sus ganancias del año, mientras que el real de Brasil cotiza en el nivel más débil desde marzo de 2023, lastrado también por los riesgos fiscales.
“Todo va bien hasta que aparece la volatilidad”, dijo Alejandro Cuadrado, jefe de estrategia de divisas de BBVA en Nueva York.
Los operadores están a la espera de una serie de oradores de la Reserva Federal el martes, incluido el presidente Jerome Powell, para obtener pistas sobre los próximos movimientos del banco central estadounidense.
Acciones
El índice de referencia de la renta variable de los mercados emergentes perdió un 2%, borrando su avance del año, ya que los datos de China, aunque mejores de lo esperado, mostraron que la recuperación económica podría estar ya desvaneciéndose. El crecimiento de las ventas minoristas se desplomó en marzo y la producción industrial no alcanzó las previsiones. Las bolsas latinoamericanas cotizaron en mínimos desde noviembre.
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“Puede que un PIB chino fuerte no haya estimulado el apetito por las acciones chinas, pero sin duda aumenta la preocupación de que el aumento del crecimiento chino alimente la inflación mundial y haga que los principales bancos centrales se piensen dos veces sus planes de recorte de tipos”, escribió en una nota Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank.
Los riesgos para la economía china aumentaron aún más después de que la Unión Europea desatara un aluvión de restricciones comerciales contra el país. Además de una investigación sobre las subvenciones chinas a los vehículos eléctricos, el bloque está estudiando si Pekín concedió ayudas ilegales a parques eólicos en el continente. También ha investigado las subvenciones a empresas solares y ferroviarias, y en breve abrirá una investigación sobre la adquisición de productos sanitarios por parte de China.
Deuda de riesgo
Por otra parte, el yuan cayó a su nivel más bajo desde noviembre y provocó una ola de ventas en toda Asia, después de que el Banco Popular de China fijara inesperadamente una tasa de referencia diario más débil para la divisa gestionada. La rupia indonesia fue la moneda en desarrollo con peor comportamiento, a pesar de la intervención del banco central.
El shekel israelí cayó el martes, sacudido por las tensiones geopolíticas, después de que altos mandos militares afirmaran que Israel no tiene otra opción que responder al ataque iraní del fin de semana.
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Sri Lanka, mientras tanto, lideró las pérdidas en el mercado de bonos en dólares al fracasar su primera ronda de conversaciones de reestructuración con los inversores.
Los inversores también se deshicieron de los bonos de Pakistán, Angola, Nigeria y Egipto, países que se han revalorizado en los últimos meses en medio de una fiebre por la deuda de riesgo, justo cuando los inversores de los mercados emergentes, los responsables políticos y los funcionarios del Fondo Monetario Internacional se reúnen en Washington D.C. esta semana.
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