Las generaciones jóvenes están impulsando las inversiones sostenibles que llegan a miles de millones

Los expertos aseguran que los millennials y la Generación Z están dispuestos a sacrificar sus retornos si las inversiones representan las causas en las que creen

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Bloomberg Línea — Los eventos climáticos están a la orden del día, y las generaciones más jóvenes como los millennials y la Generación Z, no están pasando inadvertidas frente a los fenómenos naturales, así como las múltiples formas de mitigarlos.

Una de las maneras de afrontar estos desafíos son las políticas ASG (Ambiental, Social, Gobernanza), reconocidas también como ESG, por sus siglas en inglés. Estas son un marco por el cual se evalúa la medida en que una empresa o corporación trabaja en favor de objetivos sociales.

Es así como un los millennials (1985-1994) y la Generación Z o centennials (1995 hasta 2010), se han decantado por las inversiones sostenibles, llegando incluso a máximos históricos.

Las inversiones de ambas generaciones en ASG, a través de fondos sostenibles, llegaron a los US$69.200 millones en 2021, un largo crecimiento frente a los US$51.100 millones de 2020, de acuerdo con cifras recopiladas por Morningstar, quien asegura que a medida que estas generaciones acumulen más riqueza, la tendencia de crecimiento continuará.

¿Por qué los millennials y la GenZ están impulsando las inversiones sostenibles?

“Son generaciones que, como consumidores, han apostado a apoyar empresas cuyas prácticas y productos tienen un impacto positivo tanto en términos sociales como ecológicos, y buscan crear impacto a través de su modo de vida que, a su vez, se refleja en sus inversiones”, explicó Lina Delgado, directora CFI de la consultora Control Risks a Bloomberg Línea.

Hacia 2025, se prevé que alrededor del 33% de todos los activos globales gestionados tendrán mandatos ASG, y para 2036 el valor de estas inversiones podría llegar a los US$160 billones.

Delgado señala que una mayor visibilidad y ocurrencia de fenómenos asociados al cambio climático es probablemente el “tema clave” en las inversiones sostenibles que están haciendo estas dos generaciones jóvenes, que desde 2020 representan poco más del 30% de la población mundial.

En detalles, ambas generaciones han crecido viendo desastres naturales, aumento de condiciones respiratorias por la continua contaminación del aire, y otros como los reportes de toxicidad en la comida por temas de contaminación.

“Evidentemente hay mayor conciencia debido al acceso a la información que tienen los millennials y los GenZ. En tiempo real hay información sobre sequías, inundaciones, contaminación, que les permite exigir y decidir cómo quieren invertir y qué quieren consumir”, añadió.

Así mismo, dijo que las inversiones sostenibles tienen un potencial inmenso para América Latina, siendo uno de los sectores clave el agrícola, pues al ser generaciones de consumidores conscientes hacen responsables a los productores, vendedores y distribuidores con preguntas como “qué usan, cómo lo hacen, de dónde viene”, obligando a las compañías a implementar estándares fuertes, sobre todo en materia ambiental y social.

Millennials y centennials pueden perder el interés en el corto plazo

Un estudio reciente encontró que seis de cada diez (58%) latinoamericanos confirmaron que darían preferencia a un banco que invirtiera en acciones sociales y medioambientales si tuvieran acceso a dicha información.

Y más del 70% de los encuestados aseguró considerar cambiar de entidad financiera en donde tiene sus productos, si se enterara que el banco estuviera invirtiendo en actividades que van contra de sus principios o preferencias, de acuerdo con los resultados expuestos en el informe ‘Finanzas verdes: guía de financiamiento sostenible para América Latina’, realizado por Kaapoora Finance y Sherlock Communications.

En el texto, los expertos defienden que una propuesta sólida en términos de ASG puede liberar un alto potencial de creación de valor para una empresa. “Ofrece importantes ventajas competitivas, como atraer a nuevos clientes, reducir costos, aumentar la productividad de los empleados, aprovechar las subvenciones y normativas gubernamentales y mejorar el rendimiento de las inversiones”.

Pero Delgado, de Control Risks, precisó que en el último año se ha visto un decrecimiento en el interés por invertir en productos sostenibles, dada las incertidumbres geopolíticas que se han despertado en el mundo, como la guerra de Rusia en Ucrania, y el conflicto en Medio Oriente.

“Esa incertidumbre política también genera cambios en los intereses y muestra que ahora hay un porcentaje importante (más o menos el 30% menos de lo que se reportaba en el 2022) de jóvenes que se han separado un poco de esas inversiones sostenibles para evitar un declive en sus finanzas personales”, dijo.

Para la experta, hace tan solo unos años no había problemas en los millennials y en la Generación Z por comprar o invertir en empresas cuyos productos fueran más costosos si tenían el “sello verde”, pero ahora hay preocupación por la economía internacional y el futuro.

Incluso, precisó que la coyuntura mundial será más decisiva y sí está cambiando la mentalidad de inversión, pues existe menos certeza sobre qué va a ser necesario mantener.

Sacrificar la rentabilidad, una constante

En 2023, una encuesta presentada por U.S. Bank encontró que la Generación Z estará incluso dispuesta a sacrificar la rentabilidad de sus productos para invertir en causas en las que cree.

Más de 8 de cada 10 inversores activos de la Generación Z (85%) aceptarían un rendimiento inferior al rendimiento promedio del S&P durante los últimos 10 años si reflejara sus valores y apoyara causas que les interesan, precisó el informe.

Para Delgado, es apenas un comportamiento natural incluso para ambas generaciones, pues su comportamiento de inversión “es diferente a las de sus padres, quienes pensaban en proteger el patrimonio, ahorrar y tener un futuro asegurado. En cambio, los millennials y los GenZ son generaciones que apuestan más al riesgo, no tienen miedo de arriesgar su patrimonio si creen fuertemente en una inversión”.

El Informe Global Turning Point, publicado durante el Foro Económico Mundial, indicó que desatender las exigencias del cambio climático podría costar a la economía mundial hasta US$178 billones para 2070.