Bogotá — En su revisión de Artículo IV, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó a Colombia sobre los posibles efectos negativos sobre la economía por la incertidumbre que existe en torno a las reformas sociales que impulsa el Gobierno de Gustavo Petro.
De acuerdo con el organismo multilateral, todo apunta a que la economía colombiana continúe su transición hacia niveles más sostenibles de demanda y actividad económica, y que los desequilibrios internos sigan reduciéndose en 2024. Se espera que el PIB real se expanda 1,1% y que la inflación descienda gradualmente hasta alrededor de 5% (interanual) para finales de 2024, gracias a las políticas macroeconómicas prudentes. Mientras tanto, se proyecta que el déficit en cuenta corriente se estabilice en torno al 3.0 por ciento del PIB este año.
Aseguró que aunque los riesgos para las perspectivas permanecen elevados e inclinados hacia el posible deterioro de la economía, los fundamentos económicos, las políticas y los marcos de política de Colombia son sumamente fuertes y respaldan la resiliencia del país.
En el frente externo, los riesgos provienen de una intensificación de las tensiones geopolíticas, condiciones financieras mundiales más restrictivas y perturbaciones en las cadenas de suministro, que podrían impactar negativamente en el crecimiento y la inflación del país.
A nivel interno, un fenómeno de El Niño más fuerte, una demanda privada más débil, una calibración inadecuada de las políticas o incertidumbre acerca de las reformas podrían entorpecer la actividad económica y/o conducir a una mayor inflación.
El acuerdo de la Línea de Crédito Flexible (FCL) de dos años, con acceso al equivalente de DEG 7.155,7 millones (aproximadamente USD 9.800 millones), aprobado en abril de 2022, proporciona de modo precautorio reservas externas adicionales frente a escenarios de riesgos extremos, lo cual apuntala la ya sólida resiliencia de Colombia.
Evaluación del Directorio Ejecutivo
Los directores ejecutivos felicitaron a las autoridades por la gran solidez de sus políticas macroeconómicas y marcos de política, que ha contribuido a una marcada reducción de los desequilibrios internos y externos a pesar de un entorno desafiante.
Los directores destacaron que la Línea de Crédito Flexible (LCF) contribuye a afianzar aún más la resiliencia al aportar colchones externos adicionales contra riesgos extremos y al apuntalar la confianza de los mercados.
Tras observar que los riesgos se inclinan hacia el posible deterioro de la situación económica, los directores destacaron la importancia de seguir calibrando cuidadosamente las políticas macroeconómicas a fin de reducir de forma duradera los desequilibrios remanentes, además de promover la agenda social de Colombia.
También serán importantes las reformas estructurales dirigidas a impulsar la productividad y fomentar la transición energética.
Los directores elogiaron los esfuerzos de consolidación fiscal realizados en los últimos dos años, así como la continua eliminación gradual de los subsidios a los combustibles que introducen distorsiones.
Los directores acogieron favorablemente el compromiso continuo de las autoridades con el cumplimiento de la regla fiscal. Tras señalar que los planes fiscales previstos para 2024 plantean riesgos, los directores alentaron a las autoridades a tomar medidas proactivas con el fin de reducir los planes de gasto actuales, protegiendo al mismo tiempo a la población vulnerable.
Los directores hicieron hincapié en que esto ayudaría a reducir los costos de endeudamiento y que también contribuiría a la reducción de la inflación. Reorientar el gasto público hacia la inversión también facilitaría la transición energética y climática y promovería el crecimiento potencial de la economía.
Los directores elogiaron la orientación restrictiva de la política monetaria del banco central, que resultó en una disminución significativa de la tasa de inflación.
En adelante, seguirá siendo importante normalizar con cautela la política monetaria siguiendo los datos disponibles y una comunicación eficaz para mejorar el anclaje de las expectativas de inflación.
Los directores también estuvieron de acuerdo en que el régimen cambiario flexible de Colombia debe seguir facilitando los ajustes externos, y acogieron con satisfacción el plan del banco central de acumular más reservas internacionales de manera proactiva.
Estuvieron de acuerdo con que el sector financiero continúa siendo resiliente y recomendaron que se sigan vigilando con atención los riesgos, debido también al aumento de los préstamos en mora, y alentaron a seguir avanzando en la implementación de las recomendaciones del Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF) de 2022. Los directores hicieron hincapié en que gestionar los potenciales riesgos para la estabilidad financiera derivados de la propuesta de reforma de las pensiones sería importante.
Para impulsar el crecimiento sostenible a mediano plazo, los directores recomendaron reformas orientadas a elevar la productividad y a fomentar la inversión privada. Hicieron hincapié en que las reformas del sistema de salud, las pensiones y del mercado laboral deben formularse conforme a los marcos de política existentes, preservando la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera y equilibrando las consideraciones de equidad y eficiencia.
Los directores acogieron favorablemente el objetivo de las autoridades de reducir la dependencia del petróleo y del carbón, y señalaron la importancia de un plan de transición energética y de diversificación de las exportaciones bien concebido y ejecutado. Asimismo, animaron a las autoridades a intensificar sus esfuerzos para seguir fortaleciendo la gobernanza y la transparencia, así como mitigar los riesgos de corrupción.