Bloomberg Línea — La recuperación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) desde el declive de 2020-2021 ha sido muy desigual entre los países ricos y los menos desarrollados, al punto de que después de casi 20 años de convergencia y progreso constante, marcan por primera vez una ruptura en la tendencia, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Tras 20 años de progreso constante, la desigualdad entre los países situados en los extremos superior e inferior del IDH ha invertido su tendencia, aumentando cada año desde 2020″, advirtió el organismo de Naciones Unidas en el Informe sobre Desarrollo Humano 2023/2024.
De acuerdo a la entidad, “el IDH es una medida sintética utilizada para evaluar el progreso a largo plazo en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y un nivel de vida digno”.
En los países menos desarrollados, y luego del declive del registro entre 2020-2021 en medio de la pandemia, el 51% de estos no había recuperado los niveles del IDH en 2023, mientras que un 49% sí lo logró.
Según el PNUD, los países menos desarrollados presentan niveles de ingresos bajos y se ven afectados por vulnerabilidades que los sitúan como el sector más empobrecido y vulnerable en la comunidad internacional.
Entre tanto, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el 100% recuperó sus niveles de IDH.
“Si el valor global del IDH sigue evolucionando por debajo de la tendencia anterior a 2019, como lo ha hecho desde 2020, las pérdidas serán permanentes”, señaló el PNUD.
El camino para alcanzar el desarrollo humano “está descarrilado”
El valor global del Índice de Desarrollo Humano (IDH) está en aumento y se espera alcanzar un máximo histórico en 2023. De hecho, todos los componentes del IDH mundial podrían superar sus valores anteriores a 2019.
No obstante, a pesar de que se espera que el IDH mundial alcance un nuevo máximo, seguirá por debajo de la tendencia establecida.
Los autores del reporte advierten también que el camino para alcanzar un desarrollo humano muy alto “está descarrilado”.
Entre 1999 y 2019, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) mundial estaba encaminado a superar el umbral de desarrollo humano muy alto (0,800) antes de 2030, coincidiendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Sin embargo, ahora se prevé que todas las regiones caigan por debajo de esta trayectoria anterior a 2019 para 2023.
“Tanto para los países ricos como para los pobres, algunas pérdidas nunca se recuperarán. (…) El complejo de incertidumbre ha proyectado una sombra muy larga sobre el desarrollo humano en general, y tal vez los últimos años hayan marcado una bifurcación desafortunada y evitable en su camino más que un retroceso efímero”, dice el reporte.
La polarización socava los esfuerzos contra la desigualdad
Para el PNUD, la polarización política está socavando los esfuerzos contra la desigualdad y “envenena” la cooperación internacional.
“La polarización y la desconfianza están en rumbo de colisión con un planeta enfermo. La inseguridad y las desigualdades tienen mucho que ver. También lo hace una constelación de narrativas desempoderadoras que engendran un fatalismo defensivo y una inercia catastrófica, todo ello circunscrito y, en cierto sentido alimentado, por una vertiginosa polarización política”, advirtió.
Algunas claves para superar este dilema implican “bajar la temperatura y hacer retroceder la polarización”, dice el PNUD, que también ve clave “corregir las percepciones erróneas sobre las preferencias y motivaciones de los demás”.
Muestra de esto es que si bien un 69 % de las personas de todo el mundo afirman estar dispuestas a sacrificar parte de sus ingresos para contribuir a mitigar el cambio climático, únicamente el 43 % percibe que los demás creen lo mismo (una diferencia de percepción errónea de 26 puntos porcentuales).
“La polarización tiene más probabilidades de autodestruirse gravemente que de autocorregirse provechosamente. Una presión positiva constante que fomente la empatía, genere confianza interpersonal y haga hincapié en las identidades compartidas es el camino a seguir”, remató.
Aunque el ideal democrático sigue siendo respaldado por un abrumador 90% de la población, el panorama político experimenta un cambio significativo.
Por primera vez, más de la mitad de la población mundial muestra su apoyo a líderes que desafían los principios democráticos, dijo PNUD.