Bloomberg — El banco central de Brasil redujo su tasa de interés clave en medio punto y prometió otro recorte de la misma magnitud solo para su próxima reunión, abriendo la puerta a reducciones más pequeñas a partir de junio.
El banco redujo la tasa de referencia Selic al 10,75% el miércoles, como se esperaba por todos los analistas en una encuesta de Bloomberg y en línea con su guía anterior. Ahora, los formuladores de políticas han reducido los costos de préstamos en 3 puntos porcentuales desde agosto.
"Debido a la incertidumbre creciente y la necesidad de mayor flexibilidad en la conducción de la política monetaria, los miembros del Comité decidieron por unanimidad comunicar que, si el escenario evoluciona como se espera, anticipan una reducción de la misma magnitud en la próxima reunión", escribieron los formuladores de políticas en un comunicado que acompaña a su decisión.
Los banqueros centrales encabezados por Roberto Campos Neto están relajando gradualmente la política monetaria después de combatir un repunte de precios posterior a la pandemia con las tasas más altas en seis años. La inflación anual está en la parte superior del rango de tolerancia y no muestra señales de alcanzar el objetivo del 3% en el corto plazo. La complicación viene dada por el aumento de los costos de los alimentos y los llamados del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a un mayor gasto público.
"El estímulo fiscal es algo que se debe monitorear", dijo Tatiana Pinheiro, economista jefa de Galapagos Capital, antes de la decisión. "Si realmente tenemos una gran expansión del gasto público con un cambio en la meta fiscal primaria, eso socavaría la credibilidad de la política fiscal y cambiaría las perspectivas de la Selic".
La decisión de Brasil se produce después de que la Reserva Federal dejara sin cambios sus costos de préstamo por quinta reunión consecutiva y también mantuviera su perspectiva de tres recortes de tasas de un cuarto de punto este año.
Lo que dice Bloomberg Economics
"La incertidumbre creciente llevó al Banco Central de Brasil a acortar su orientación a futuro en su reunión de marzo, un movimiento que anticipamos pero que no se esperaba ampliamente ni se descontó completamente en los mercados. Creemos que el tono más hawkish de la declaración posterior a la reunión y la vaguedad sobre el alcance del ciclo alimentarán el debate en el mercado sobre la tasa terminal del BCB".
— Adriana Dupita, economista de Brasil y Argentina
Se espera que los precios al consumidor de Brasil suban aproximadamente un 3,8% en diciembre y un 3,5% a finales del próximo año, según una encuesta semanal del banco central a economistas. La inflación anual se sitúa actualmente en el 4,5%.
No obstante, los costos de los alimentos básicos como el arroz y los frijoles están aumentando, lo que preocupa a los miembros de la administración de Lula, quienes se preocupan por la capacidad del presidente para cumplir su promesa de campaña de mejorar el nivel de vida de todos los brasileños.
A los inversores les preocupa que el gobierno pueda responder con aún más gasto, lo que obligaría a los formuladores de políticas a detener los recortes de tasas antes de lo esperado y debilitaría los esfuerzos del ministro de Finanzas Fernando Haddad para fortalecer las cuentas públicas.
Al mismo tiempo, tanto las ventas minoristas como la creación de empleo formal se dispararon en enero, lo que añade urgencia al debate de los responsables de la formulación de políticas sobre si los salarios más altos pueden revivir las presiones inflacionarias. Los economistas del sector privado ya han elevado las previsiones de crecimiento económico para 2024 a alrededor del 2%.
-- Con la asistencia de Giovanna Serafim y Veronica Vilarinho.
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