Bloomberg — Los reguladores de ambos lados del Atlántico están poniendo sus ojos en Apple Inc. (AAPL), inquietando a los inversores con el temor a multas y amenazando su dominio del mercado.
En Estados Unidos, el Departamento de Justicia y 16 fiscales generales han demandado al fabricante del iPhone por violar las leyes antimonopolio. Y en Europa, se dice que la empresa se enfrenta a investigaciones sobre si está cumpliendo la Ley de Mercados Digitales de la región.
Las acciones de la empresa cayeron más de un 4% el jueves, perdiendo unos US$115.000 millones en valor de mercado y elevando su pérdida en lo que va de año por encima del 11%. Apple, que llegó a ser la empresa más valiosa del mundo con más de US$3 billones, ha tenido un rendimiento inferior tanto al Nasdaq 100 como al S&P 500 en 2024.
No es la primera vez que Apple se somete al escrutinio de las autoridades reguladoras. La empresa y sus homólogas se han enfrentado durante años a acusaciones de enriquecerse suprimiendo competidores. Pero a medida que los productos de Apple se han hecho cada vez más populares y se han establecido como parte de la vida cotidiana en todo el mundo, las autoridades también se han vuelto más combativas y recelosas de su poder.
La demanda estadounidense, presentada el jueves en un tribunal federal de Nueva Jersey, acusa a Apple de bloquear el acceso de sus rivales a las funciones de hardware y software de sus populares dispositivos. Las posibles investigaciones en Europa, que también apuntan a algunos rivales de Apple, se centrarán en las nuevas tarifas, términos y condiciones de la firma para los desarrolladores de la tienda de aplicaciones.
“Llega un momento en que la avalancha de casos y el escrutinio que conllevan se convierten en un verdadero lastre para el funcionamiento de estas empresas”, afirma Bill Kovacic, profesor de antimonopolio de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington. “Aunque ganen, en un sentido importante han perdido”.
Apple respondió a la demanda estadounidense calificándola de “errónea en los hechos y en la ley”. Advirtió de que la acción “sentaría un precedente peligroso, facultando al gobierno para intervenir con mano dura en el diseño de la tecnología de las personas” y prometió “defenderse enérgicamente contra ella”. La empresa no respondió a una solicitud de comentarios sobre las posibles investigaciones europeas.
La demanda estadounidense alega que Apple ha utilizado su poder sobre la distribución de aplicaciones en el iPhone para frustrar innovaciones que habrían facilitado a los consumidores el cambio de teléfono. Según el DOJ, la empresa se ha negado a admitir aplicaciones de mensajería multiplataforma, ha limitado las carteras digitales de terceros y los smartwatches que no son de Apple, y ha bloqueado los servicios móviles de streaming en la nube.
Destaca cinco ejemplos de tecnologías en las que, según dice, Apple suprime la competencia: las superaplicaciones, las aplicaciones de juegos en streaming en la nube, las aplicaciones de mensajería, los smartwatches y los monederos digitales. La empresa ha añadido recientemente compatibilidad con servicios de juegos en la nube y ha dicho que añadirá la mensajería multiplataforma RCS a finales de este año.
“En Apple, innovamos cada día para hacer tecnología que la gente ame - diseñando productos que funcionan perfectamente juntos, protegen la privacidad y la seguridad de las personas, y crean una experiencia mágica para nuestros usuarios”, dijo la compañía en un comunicado. “Esta demanda amenaza lo que somos y los principios que distinguen a los productos de Apple en unos mercados ferozmente competitivos”.
La Ley de Mercados Digitales, que establece una serie de obligaciones para algunas de las mayores plataformas tecnológicas del mundo, permite a la Comisión Europea imponer cuantiosas sanciones de hasta el 10% de los ingresos anuales totales de una empresa en todo el mundo, y de hasta el 20% para las empresas que incumplan repetidamente las normas. Tras iniciar investigaciones formales sobre Apple y Google, de Alphabet Inc., los reguladores pretenden concluir sus decisiones finales en un plazo de 12 meses.
Apple, que acaba de recibir una multa de 1.800 millones de euros (2.000 millones de dólares) de la Unión Europea por impedir que las aplicaciones de streaming de música informen a los usuarios de ofertas más baratas, ha estado sometida a un intenso escrutinio desde que la DMA entró plenamente en vigor el 7 de marzo.
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