Bloomberg — El director de inversiones de Morgan Stanley Wealth Management tiene una advertencia para los alcistas del mercado de valores: las fuerzas estructurales que pesan sobre el dólar están amenazando con extenderse a las acciones estadounidenses a su vez.
“Consideren prepararse para un cambio de régimen del dólar estadounidense”, advirtió Lisa Shalett. Las relaciones deterioradas con China, el fin del manejo de la curva de rendimientos en Japón y el aumento de los precios de Bitcoin y las materias primas sugieren que la racha de la moneda “podría estar llegando a su límite”.
“Si bien la correlación no implica causalidad, la correlación entre la fortaleza del dólar estadounidense y las relaciones P/E (precio-ganancias) es algo que vale la pena monitorear ahora que el ciclo alcista del billete verde podría estar madurando”, escribió en una nota el lunes.
Según Shalett, esa fortaleza del dólar ha sido el “corazón de un régimen de dinero fácil” en Estados Unidos, al reducir la inflación relacionada con las importaciones y presionar a la baja los precios de la energía, lo que ha impulsado el rendimiento del mercado de valores últimamente.
Shalett alentó recientemente a los inversionistas a buscar rendimientos futuros en el extranjero como cobertura contra una posible corrección en las acciones estadounidenses. Ella, junto con un puñado de otros en Wall Street, ha advertido sobre la última racha alcista en las acciones, incluso cuando los índices de referencia de Estados Unidos continúan alcanzando nuevos máximos.
Después de caer casi un 3% en 2023, el dólar comenzó bien este año a medida que los operadores reducían rápidamente las expectativas de flexibilización de la Reserva Federal. Pero esas ganancias se han estancado, incluso cuando las apuestas sobre el ritmo de los recortes de tasas se han reducido aún más. Un índice de Bloomberg del dólar ha caído un 0,5% en marzo, mientras que los precios de Bitcoin y del oro se han mantenido en niveles máximos recientes.
Según Shalett, la presión sobre el dólar también provenía de la perspectiva de que el Banco de Japón endureciera su política, incluso cuando los principales pares del Grupo de los Diez recorten las tasas de interés, lo que debería impulsar el yen y las tasas japonesas y los flujos de repatriación fuera de las acciones estadounidenses. Las relaciones fracturadas entre Estados Unidos y China, especialmente en medio de las elecciones presidenciales estadounidenses, también amenazan con acelerar la desdolarización, un movimiento que quizás se refleje en el aumento de los precios del oro.
Una tendencia bajista más amplia en el dólar luego se transmitiría a las acciones estadounidenses a través de las múltiples de ganancias, cuya expansión ha sido responsable de gran parte de las ganancias recientes del mercado.
“Si la política global comienza a reequilibrarse hacia una mezcla anterior a la crisis financiera global, o la euforia del mercado da lugar a una caída de los mercados de capitales y un dólar más débil, los inversionistas podrían beneficiarse de una mayor diversificación de activos y geográfica”, dijo Shalett.
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