Bloomberg — Un accidente con un asiento en la cabina podría haber propulsado al piloto contra los controles de un avión 787 de Boeing Co. que viajaba a Nueva Zelanda esta semana, provocando la súbita caída en el aire que causó heridas a cincuenta pasajeros, según informa el Wall Street Journal (WSJ), que cita a funcionarios de EE.UU. al corriente de la investigación.
Según el diario, una auxiliar de vuelo que estaba sirviendo la comida en el vuelo de LATAM golpeó el interruptor del asiento, lo que impulsó al piloto hacia delante y provocó el hundimiento de la nariz de la aeronave. De acuerdo con el informe, dicho interruptor está provisto de una tapa y no debe pulsarse si hay alguien en el asiento.
La aeronave viajaba este lunes de Sydney a Auckland cuando repentinamente perdió altitud. Numerosos medios de comunicación describieron cómo durante el incidente los pasajeros, entre los que se encontraba al menos un bebé, saltaron por los aires estrellándose contra el techo de la cabina.
Aunque no hubo heridos graves, 7 pasajeros y 3 miembros de la tripulación tuvieron que ser trasladados al hospital cuando el vuelo aterrizó en Auckland.
En declaraciones al WSJ, Boeing indicó que estaba en contacto con LATAM Airlines Group SA y que estaba disponible para ayudar en la investigación. Es posible que el fabricante de aviones de Estados Unidos emita una notificación sobre el cambio de asiento a las compañías aéreas que vuelan con el popular 787 Dreamliner, según el diario.
Actualmente, Boeing enfrenta un escrutinio por fallas de seguridad separadas después de que el 5 de enero se rompió un tapón de la puerta de un 737 Max 9 operado por Alaskan Airlines poco después del despegue. Nadie resultó herido y el avión aterrizó sano y salvo.
El mes pasado, los reguladores estadounidenses dieron a la compañía 90 días para diseñar un plan para solucionar lo que llamaron problemas de control de calidad “sistémicos”, mientras que el Departamento de Justicia abrió una investigación criminal sobre el incidente de Alaska Air.
Los investigadores de accidentes dicen que siguen sin saber quién realizó el trabajo en el panel que falló en enero, a pesar de las súplicas de alto nivel que se hicieron a Boeing y las entrevistas con personas de la fábrica donde se realizó el trabajo.
LATAM ha descrito la caída en el aire como un “evento técnico durante el vuelo, que provocó un fuerte movimiento”.
Dos investigadores de la agencia de aviación civil de Chile llegaron a Nueva Zelanda este miércoles para dirigir la investigación, dijo el WSJ. El periódico citó a funcionarios de la industria estadounidense que habían sido informados sobre las pruebas iniciales.
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