Bloomberg — El plan del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para ayudar a los brasileños a escapar de las cantidades récord de deuda que acumularon durante la pandemia sigue estando muy lejos de sus objetivos a medida que se acerca su vencimiento el 31 de marzo, haciendo mella en sus esfuerzos por liberar el gasto de los consumidores e impulsar el crecimiento en la mayor economía de América Latina.
Se esperaba que Desenrola, como se conoce el programa, ayudara hasta a 70 millones de personas, incluidos 30 millones con ingresos más bajos y deudas menores. El Ministerio de Finanzas estimó que renegociaría 50.000 millones de reales (US$10.100 millones) en deudas bancarias a finales del año pasado. A principios de marzo, sin embargo, 12 millones de personas habían negociado 36.500 millones de reales en deudas, según cifras del gobierno, incluso después de que el programa recibiera una prórroga de tres meses en diciembre.
“Los números todavía están por debajo del potencial del programa”, dijo Rubens Sardenberg, el jefe de la federación bancaria brasileña Febraban, añadiendo sin embargo que sus resultados han sido “significativos”.
Las deficiencias de Desenrola, explicadas en parte por las trabas tecnológicas para acceder al programa, agravan un panorama difícil para la economía brasileña, que no se expande al ritmo necesario para que Lula cumpla sus promesas electorales.
El gobierno puso en marcha Desenrola en julio, cuando la enorme deuda de los hogares y los altísimos tipos de interés amenazaban con ahogar la economía brasileña. A medida que la pandemia disminuía, la deuda pendiente aumentó hasta alcanzar una media de aproximadamente la mitad de los ingresos familiares, mientras que los tipos de interés de las tarjetas de crédito se disparaban hasta casi el 450%. En mayo pasado, cuatro de cada diez adultos brasileños se enfrentaban al impago, según una encuesta.
Desenrola, que significa “desenredar”, utiliza una combinación de exenciones fiscales y subvenciones para incentivar la renegociación y consolidación de la deuda de bancos, empresas de servicios públicos y otras compañías, permitiendo a los brasileños pagar a tipos más bajos. Para Lula, tenía potencial para proporcionar tanto alivio como estímulo. Constituía un pilar clave de su estrategia para ayudar a los brasileños de bajos ingresos y, al mismo tiempo, proporcionar el tipo de prosperidad económica que prometió durante las elecciones de 2022.
Las encuestas preliminares, sin embargo, también sugieren que los beneficiados han tardado en volver a gastar, un indicio de que el programa puede no haber exprimido el consumo tanto como el gobierno pensaba.
El gobierno de Lula sigue considerando que Desenrola es un éxito, y espera que las cifras a finales de este mes lo acerquen a los objetivos originales a medida que más personas “aprovechen los descuentos únicos, del 85% al 90%, que no se pueden encontrar en otros lugares”, dijo Alexandre Ferreira, coordinador general de economía y legislación del Ministerio de Hacienda.
Febraban, también, "sigue apoyando el programa" y cree que "veremos números aún más significativos al final del primer trimestre", dijo Sardenberg.
Un respiro
Para Silvia Santos, Desenrola le brindó una forma de salir de una deuda de la que pensaba que nunca podría escapar. La empleada doméstica de 52 años se retrasó después de solicitar un préstamo para ayudar a cubrir los gastos básicos durante la pandemia, pero tenía poco medio para pagarlo hasta que negoció un alivio. Santos renegoció su deuda con el Banco do Brasil y obtuvo un descuento de casi el 87% sobre el monto total.
Andre Bezerra, un empresario de 44 años, acumuló más de 70.000 reales (US$14.060) en deuda después de perder su empleo y enfrentar problemas de salud en medio de la pandemia. Desenrola le ayudó a renegociar con Caixa Economica Federal a un total de 5.000 reales (US$1.004), un descuento del 93%.
"Desenrola ofrece un respiro mental y financiero para que aquellos que estaban endeudados puedan reequilibrarse", dijo Nathalia Rodrigues, asesora financiera que dirige un popular canal de YouTube.
El problema es que muchos brasileños aún desconocen la existencia de Desenrola; muchos que saben de él no están seguros de si califican. Los bancos y los minoristas afirman que es excesivamente burocrático. Y en una nación profundamente desigual, el proceso en línea ha dejado a muchos de los brasileños más pobres luchando por acceder a él.
"Debido a que el programa aún se enfoca en gran medida en las actividades en Internet, a menudo no es tan fácil para los consumidores de bajos ingresos registrarse o negociar sus deudas", dijo Renato Meirelles, presidente del Instituto Locomotiva, una empresa de investigación con sede en Sao Paulo. "Pensar en soluciones físicas podría facilitar mucho más la participación de los brasileños de bajos ingresos".
La combinación de fondos federales y créditos fiscales de Desenrola tiene como objetivo liberar capital y dejar espacio en los balances bancarios, creando apetito por créditos más baratos, según Sardenberg.
Mientras tanto, a los consumidores se les permite elegir qué institución financiera quieren usar para renegociar sus deudas, lo que “incentiva a los bancos a competir entre sí para ver quién puede ofrecer la tasa de interés más baja”, dijo Ferreira.
Prudencia financiera
Otros desarrollos económicos positivos pueden compensar al menos parte de las deficiencias de Desenrola.
El banco central comenzó a reducir las tasas de interés en agosto y el consumo familiar se expandió moderadamente en el tercer trimestre en comparación con los tres meses anteriores.
La situación crediticia general de Brasil parece estar mejorando y, aunque el número de familias endeudadas sigue siendo alto, ha dejado de aumentar, según una encuesta realizada por Instituto Locomotiva y MFM Technologia.
Eso no necesariamente se traducirá en mayor gasto. Una encuesta de enero encontró que el 37% de los brasileños priorizaría establecer metas de ahorro este año. Otro 36% dijo que buscaría reducir los gastos diarios, según el estudio realizado por Serasa Experian, una empresa de servicios financieros y gestión de crédito con sede en Sao Paulo.
"Lo importante es que puedo dormir tranquilo", dijo Bezerra. "Ya no tengo más problemas con la negatividad y la cobranza de deudas, así que por el momento estoy satisfecho".
- Con la colaboración de Simone Iglesias.
Lea más en Bloomberg.com
