Bloomberg — El decepcionante 2024 de Boeing Co. (BA) alcanzó un nuevo mínimo, con un desplome de las acciones superior al 25% en lo que va de año, después de que el Departamento de Justicia abriera una investigación penal sobre la explosión en el aire de un panel del fuselaje del 737 Max en enero.
Las acciones cayeron hasta un 4,4% en Nueva York el lunes, su mayor caída intradía desde el 25 de enero, después de que el operador del casi nuevo 737 Max 9, Alaska Airlines, confirmara el fin de semana un informe del Wall Street Journal sobre la investigación. Los fiscales federales han convocado un gran jurado como parte de la investigación, según informó Bloomberg News.
Las acciones de Boeing caían un 3,2% a las 13:32 horas en Nueva York, con lo que su descenso en 2024 se eleva al 26%, el peor entre los miembros del Promedio Industrial Dow Jones.
La crisis que rodea al fabricante de aviones estadounidense y a su avión 737, el más vendido, se recrudece tras una serie de incidentes y vergonzosas revelaciones sobre fallos de fabricación. Boeing se enfrenta a un creciente escrutinio por parte de legisladores, reguladores e incluso pasajeros tras el incidente del 5 de enero. El Secretario de Transporte, Pete Buttigieg, declaró el domingo a Fox News que la Administración Federal de Aviación empleará “un enorme rigor a la hora de tratar con Boeing, a la hora de tratar cualquier asunto reglamentario”.
La actividad del gran jurado, que normalmente incluye la emisión de citaciones para entrevistas y documentos, es una señal de que la investigación sobre Boeing -y sobre si tiene responsabilidad penal por el incidente- se está profundizando.
La noticia de la constitución de un gran jurado, de la que ya informó el Washington Post, no significa necesariamente que la investigación vaya a desembocar en la presentación de cargos.
Bloomberg informó anteriormente de que el departamento estaba estudiando si el reventón del tapón de la puerta entra dentro del acuerdo de enjuiciamiento diferido que el gobierno firmó en 2021 con la compañía por dos accidentes mortales anteriores de su avión 737 Max. No se ha podido determinar de inmediato si la investigación penal forma parte de ese examen o si se ha convertido en una iniciativa independiente.
Falta de piezas
Al parecer, en el accidente de Alaska Air faltaban cuatro pernos que deberían haber evitado que el panel que cubría la abertura de una puerta no utilizada saliera volando, según constató la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte en un informe preliminar. Los 171 pasajeros y los seis miembros de la tripulación evacuaron el avión sin sufrir lesiones graves.
La FAA y la NTSB están investigando el accidente, así como las prácticas generales de seguridad de Boeing. Los organismos reguladores han prohibido a la empresa aumentar su producción hasta que se cercioren de que ha mejorado la calidad de fabricación. A finales de febrero, un grupo de expertos emitió una evaluación mordaz de la cultura de seguridad del fabricante de aviones.
Las tensiones aumentaron la semana pasada, después de que la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, declarara ante una comisión del Senado que Boeing no había cooperado en su investigación sobre el incidente del Max 9. La empresa no había facilitado los nombres de los pasajeros. Homendy declaró el 6 de marzo que la empresa no había facilitado los nombres de los empleados que trabajaron en el avión de Alaska Air, ni documentación sobre cómo se realizó el trabajo.
Boeing facilitó posteriormente los nombres, y desde entonces ha confirmado que no tenía constancia del trabajo en el panel del Max 9.
“No somos neutrales en la cuestión de si Boeing debe cooperar con alguna agencia. Deberían hacerlo”, dijo Buttigieg en una rueda de prensa el lunes.
Varios incidentes de aviación no relacionados con la crisis de los paneles de las puertas también han saltado a los titulares, aumentando la presión sobre Boeing.
Un 777 de dos décadas de antigüedad operado por United Airlines Holdings Inc. perdió una rueda sobre San Francisco la semana pasada, dañando al menos un coche en un aparcamiento, y un 737 Max expulsó llamas de su motor por separado tras ingerir un envoltorio de plástico.
“Todo este flujo de noticias no ayuda”, declaró Sheila Kahyaoglu, analista de aviación de Jefferies, a Bloomberg Television el 8 de marzo, tras una serie de incidentes con aviones Boeing.
El lunes, 10 pasajeros y la tripulación de un vuelo de Latam Airlines Group SA fueron hospitalizados después de que el avión encontrara turbulencias inesperadas en ruta de Sydney a Auckland.
La aerolínea dijo que el Boeing 787 Dreamliner experimentó un “evento técnico durante el vuelo que causó un fuerte movimiento”, dijo la compañía en un comunicado.
La aerolínea no especificó la naturaleza del evento técnico. “Estamos trabajando para reunir más información sobre el vuelo y proporcionaremos cualquier apoyo que necesite nuestro cliente”, dijo Boeing en un comunicado.
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