Bloomberg — En Haití, bandas de delincuentes prendieron fuego al Ministerio del Interior durante la noche y atacaron comisarías de policía y oficinas gubernamentales en la capital, mientras la nación caribeña se sumía aún más en el caos.
Le Nouvelliste y otros medios de comunicación locales informaron de intensos enfrentamientos en el centro de Puerto Príncipe, cuando más de una semana de violencia dirigida a derrocar al gobierno del primer ministro Ariel Henry alcanzaba un nuevo punto álgido. El Miami Herald fue el primero en informar del incendio del ministerio.
La Comunidad del Caribe (Caricom), integrada por 15 miembros, ha convocado una reunión de emergencia en Jamaica para el lunes con el fin de abordar la crisis en esta nación de casi 12 millones de habitantes.
En un comunicado emitido a última hora del viernes, el presidente de Caricom, Mohamed Irfaan Ali, dijo que el grupo había estado hablando con las partes interesadas, incluido Henry, pero que no había acuerdo sobre cómo avanzar.
“Somos muy conscientes de la urgente necesidad de consenso”, declaró Irfaan Ali. “Hemos insistido a las partes respectivas en que el tiempo no está de su lado a la hora de ponerse de acuerdo sobre el camino a seguir. Según nuestros informes, la situación sobre el terreno sigue siendo calamitosa y nos preocupa seriamente”.
Henry, que abandonó Haití el 25 de febrero para recabar apoyos para una fuerza de seguridad multinacional dirigida por Kenia, no ha podido regresar al país, ya que las bandas han atacado la capital y cerrado el principal aeropuerto. El gobierno de Biden ha pedido a Henry que apoye una transición de poder.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el presidente de Kenia, William Ruto, discutieron la crisis en una llamada telefónica el sábado, incluyendo el apoyo mutuo a la fuerza multinacional y “la creación de las condiciones de seguridad necesarias para llevar a cabo elecciones libres y justas”, según un comunicado del Departamento de Estado.
Henry fue visto por última vez en Puerto Rico mientras se enfrenta a una creciente presión -tanto interna como externa- para que dimita y deje paso a un gobierno de transición.
En medio del vacío de poder también crecen los intentos de instalar un nuevo gobierno.
Entre los que compiten por el poder se encuentra Guy Philippe, que lideró un golpe de Estado en 2004 y pasó varios años en prisión en Estados Unidos acusado de blanqueo de dinero. El viernes declaró a Reuters que tenía intención de convertirse en presidente y que Henry debía dimitir.
