Bloomberg — El gigante petrolero brasileño Petrobras, controlado por el Estado, envió un equipo de especialistas en producción a Venezuela a petición de Nicolás Maduro, cuyo gobierno está dando la bienvenida a las grandes petroleras a pesar de las amenazas de sanciones de EE.UU. a su industria petrolera.
La delegación de Petrobras visitó campos petroleros en el Lago de Maracaibo esta semana en lo que personas familiarizadas con el asunto describieron como un viaje de cortesía. Maracaibo es una región de producción clave para Venezuela y una oportunidad para que el país resucite el eje de su economía después de años de falta de inversión.
Mientras Maduro ha ido retrocediendo en su promesa de celebrar elecciones libres y justas, las principales compañías petroleras apuestan a que la administración de Biden -que se enfrenta a una dura campaña de reelección contra Donald Trump- probablemente se abstendrá de imponer las sanciones más duras relacionadas con la energía para mantener bajos los precios mundiales del petróleo y de la gasolina estadounidense.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Pedro Tellechea, ha anunciado recientemente la visita a Caracas de funcionarios de la argelina Sonatrach SpA, la boliviana YPFB y Petróleos Mexicanos. Muchos de los yacimientos de Petróleos de Venezuela han permanecido inactivos durante la última década en medio de sanciones, mala gestión y el colapso de la que fue una de las principales economías de América Latina.
Los responsables de prensa de PDVSA y Petrobras no respondieron a las peticiones de comentarios.
Estados Unidos redujo las sanciones a la industria petrolera venezolana este año como parte de un acuerdo para la celebración de elecciones libres y justas. Sin embargo, el Gobierno de Maduro prohibió al principal candidato de la oposición presentarse a las elecciones, una medida que podría llevar a EE.UU. a restablecer algunas sanciones.
Petrobras entró en Venezuela durante una apertura petrolera a principios de este siglo, pero no ha estado activa allí durante años. La empresa planea aumentar las inversiones para expandirse en el extranjero en un momento en el que no ha tenido mucho éxito explorando en Brasil.
También está pagando menos dividendos, una medida que ha decepcionado a los inversores y ha provocado una venta de acciones.
Aunque los riesgos geopolíticos siguen siendo un obstáculo para cualquier inversión potencial en Venezuela, las grandes petroleras que vuelven a entrar en el país lo han hecho en condiciones que ofrecen más control operativo a los socios extranjeros, incluidas las decisiones financieras y de aprovisionamiento.