Opinión - Bloomberg

El bitcoin sube, pero el futuro del dinero está en otra parte

ATM de bitcoin en Vancouver
Por Lionel Laurent
05 de marzo, 2024 | 07:06 PM
Tiempo de lectura: 3 minutos

Un nuevo tipo de dinero digital se está viralizando, capta decenas de millones de usuarios, hace miles de millones de transacciones y despierta el interés de la banca central global. No es el bitcoin (XBT), que este martes superó los US$69.000 y estableció una nueva cotización récord tras la registrada en el mes de noviembre de 2021. En vez de eso, estoy hablando del económico sistema de pago instantáneo de Brasil, Pix. Este último quizás tenga más posibilidades de marcar el camino a seguir que la criptodivisa.

Puesto en marcha en el año 2020, el concepto inicial de Pix, al igual que el de todas las buenas soluciones tecnológicas, era fomentar la inclusión financiera, relajar el control de una banca concentrada y facilitar los pagos de forma más rápida y eficaz. El éxito ha sido notable: ya la utilizan 160 millones de personas, o sea, el 80% de la población brasileña adulta, además de trece millones de empresas, y ya supera a las tarjetas de crédito y débito como forma de pago predilecta del país. En un momento en que la banca central prueba con la revisión de los pagos y las divisas digitales para controlar la disrupción tecnológica, el plan es globalizarlo.

Gráfico de la plataforma brasileña de pagos instantáneos Pix triunfa en su país y se globaliza

Considérelo como el reverso del “miedo a perderse algo” (FOMO, por sus siglas en inglés) de bitcoin, que ha regresado con furia tras la aprobación de los fondos cotizados (ETF) al contado, básicamente un estuche brillante y más accesible para una divisa digital que todavía es mucho más adecuada para el almacenamiento y la especulación que para pagar facturas o generar rentabilidades fiables. Si bien el populismo de bitcoin, movido por las multitudes, pretende mostrar un triunfo a la familia, los amigos y los financistas que recomiendan no adquirir lo que Warren Buffett denominó “veneno para ratas al cuadrado”, Pix es impúdicamente institucional: se trata de un sistema de pago fiduciario que gestiona la banca central; para usarlo es necesaria una cuenta bancaria y es obligatoria la participación de la banca comercial. Además, no existe una blockchain de por medio.

No obstante, Pix no deja de ser futurista a su modo y, desde luego, más beneficiosa para la economía que las volátiles compras actualmente realizadas de criptomonedas o memecoins tales como Dogecoin o Pepe, confiando en que un loco mayor acabe recomprándolas a un mayor precio. Según un estudio del FMI, las transacciones de Pix se liquidan de forma prácticamente instantánea y menos costosa que otras opciones: es gratis para los individuos y tiene un coste de aproximadamente el 0,33% para los establecimientos comerciales, por debajo de las comisiones del 1,13% de las tarjetas de débito o del 2,34% de las tarjetas de crédito, y del 3,99% que propone el sistema de pagos WhatsApp de Meta Platforms Inc (META).

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Gráfico de bitcoin  el lanzamiento de nuevos fondos cotizados en bolsa

Por supuesto, aquí también existen riesgos, ya sea el géiser de datos de transacciones personales expuestos al espionaje del banco central, el riesgo de estafas o el hecho de que el sistema aún no ha sido puesto a prueba por una crisis financiera importante.

Pero habría que estar realmente cegado por el oro digital para ignorar los beneficios de Pix. Un estudio citado por The Banker encontró que las ganancias de este sistema de pago rápido y conveniente se han filtrado a los pequeños bancos y empresas locales lejos de las grandes ciudades, lo que ha resultado en más préstamos a empresarios y hogares y más inversiones de capital. El banco central de Brasil también ha impulsado la alfabetización digital para garantizar que la gente no se quede atrás. En un mundo donde las tarifas de transacción todavía rondan el 1% en muchos países y pesan sobre el crecimiento, Pix parece una verdadera buena noticia.

Todo lo cual nos lleva de regreso a las noticias menos alentadoras del último aumento de bitcoin. A pesar del sensacionalismo en torno a los ETF, la ironía es que hay pocas novedades aquí: es la misma vieja especulación, con los mismos viejos vehículos cotizados como MicroStrategy Inc. (MSTR) listos para realizar más compras (aunque puede haber amenazas de ingresos para empresas como Coinbase Global Inc.). Sin embargo, los riesgos que han acosado a los criptomercados también siguen presentes, incluido el empeoramiento de la fuga de capitales en los mercados emergentes: Nigeria estimó que US$26.000 millones en pagos cripto imposibles de rastrear habían pasado a través de la entidad local de Binance el año pasado.

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Esperemos que Pix pueda demostrar a largo plazo que FOMO no es rival para la utilidad real, antes de que estalle la próxima burbuja cripto.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.

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