Bloomberg — Decenas de palestinos murieron y resultaron heridos el jueves durante un estallido de violencia en el que tropas israelíes abrieron fuego cerca de un convoy de camiones de alimentos que intentaban entregar ayuda humanitaria en el norte de Gaza.
Israel negó que sus fuerzas hubieran disparado contra la multitud, diciendo que la mayoría de las víctimas fueron pisoteadas o alcanzadas mientras los camiones intentaban escapar del caos de la madrugada. Pero dijo que los hechos estaban bajo revisión. La Associated Press citó a médicos y otros testigos que informaron de numerosas heridas de bala entre los muertos y heridos.
El mortal incidente amenaza con hacer retroceder aún más los esfuerzos para negociar un alto el fuego, advirtió el presidente estadounidense, Joe Biden. Se están llevando a cabo conversaciones encabezadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto para una pausa en el conflicto que permitiría entregar más ayuda, así como el intercambio de rehenes en poder de Hamás por prisioneros palestinos.
El estallido se produce cuando la guerra de Israel en Gaza se acerca al final de su quinto mes, con el ejército tratando de destruir al grupo islamista Hamás después de que sus militantes invadieron el país el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a 250 más.
El contraataque de Israel ha dejado más de 30.000 muertos, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás, mientras que el bombardeo ha devastado partes del territorio y dejado a cientos de miles con acceso limitado o nulo a alimentos y atención médica. Hamás es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Altos funcionarios de la administración Biden han estado en contacto con el gobierno israelí sobre el incidente y Estados Unidos monitoreará la investigación y presionará para obtener respuestas, dijo el jueves a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Los hechos de la violencia mortal del jueves seguían en disputa.
Un testigo, Mohammed al-Shouli, hablando por teléfono, dijo que miles de personas se habían reunido para esperar a los camiones, que comenzaron a pasar un puesto de control israelí alrededor de las 4 de la madrugada.
“El primer camión llegó y se detuvo a 300 metros del puesto de control”, dijo. “La gente se agolpó en el camión y miles de personas se dirigieron a otros camiones en busca de harina”.
Dijo que ingresaron 20 camiones, los primeros siete con agua y comida enlatada, y otros cinco con harina.
“La gente fue más al sur, hacia los camiones de harina, se acercó a los tanques y comenzaron los disparos”, dijo. “Los camiones eran invisibles porque miles de personas trepaban por encima de ellos”.
El episodio (tiroteo, tropiezos, caos y huida con ayuda) duró aproximadamente media hora antes de que se vaciaran todos los camiones, dijo.
‘Disparos de advertencia’
El contraalmirante Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, dijo que se desplegaron tanques para asegurar el corredor para la ayuda y que las tropas dispararon “algunos tiros de advertencia” para dispersar lo que llamó una “turba”.
“Cuando los cientos se convirtieron en miles y las cosas se salieron de control, el comandante del tanque decidió retirarse para evitar daños a los miles de habitantes de Gaza que estaban allí”, dijo Hagari. “No se llevó a cabo ningún ataque de las FDI contra el convoy de ayuda”.
Un informe anterior del ejército dijo que un puñado de las bajas fueron causadas por sus soldados y el resto como resultado del caos. Un oficial militar israelí dijo que algunos habitantes de Gaza que buscaban ayuda se acercaron a las fuerzas de manera amenazadora y algunos respondieron con fuego real.
Jadallah Shafai, jefe del departamento de enfermería del hospital Shifa, dijo a la cadena Al Jazeera que alrededor de 50 personas murieron y 250 resultaron heridas. Al Jazeera publicó imágenes que mostraban varios cadáveres y personas heridas llegando a Shifa.
Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan, dijo que la instalación había recibido al menos 10 cadáveres y 160 heridos, según Associated Press.
Sin embargo, los hospitales apenas funcionan tras los ataques israelíes desde el inicio del conflicto, que inicialmente se centraron en el norte. Israel dice que combatientes de Hamas y equipo militar estaban escondidos dentro y debajo de las instalaciones, lo que lo obligó a enviar sus tropas.
El norte de Gaza, donde ocurrieron los hechos, se encuentra en un estado particularmente grave, con personas hambrientas que buscan alimento para animales para convertirlo en harina. La ayuda entra a Gaza desde el sur e Israel ha estado insistiendo en que quienes buscan ayuda deben viajar en esa dirección.
No obstante, varios cientos de miles de palestinos se han quedado en el norte e Israel ha comenzado a permitir que los camiones viajen hasta allí. Pero la entrega de la ayuda ha estado plagada de saqueos.
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