La mayor petrolera de América Latina será más prudente a la hora de repartir dividendos a medida que se convierta en una potencia de las energías renovables, según declaró en una entrevista Jean Paul Prates, CEO de Petrobras (PETR4).
En 10 años, alrededor de la mitad de los ingresos de Petrobras procederán de la energía eólica, solar y de los combustibles renovables para motores, y la empresa se está preparando para realizar adquisiciones ya este año para impulsar el cambio, dijo Prates en una amplia entrevista. El productor brasileño también necesita gastar mucho en prospecciones petrolíferas en su país y en el extranjero para garantizar que seguirá bombeando crudo durante décadas.
“Tenemos que ser prudentes. Los accionistas lo entenderán”, dijo Prates desde la oficina de Bloomberg en Sao Paulo, cuando se le preguntó por un pago extraordinario de dividendos. “Yo sería más conservador que agresivo. Estamos en medio de esta gran decisión de convertirnos en una petrolera en transición”.
Las acciones de Petrobras cayeron hasta un 2,9% en Brasil, la mayor caída durante las operaciones regulares desde diciembre.
Los analistas ven margen para que Petroleo Brasileiro SA, como se conoce formalmente a la empresa, recompense a los inversores con miles de millones de dólares en dividendos extraordinarios, que se espera anuncie cuando presente sus resultados el 7 de marzo. Citigroup Inc. (C) ve espacio para hasta US$7.000 millones, mientras que Goldman Sachs Group Inc. (GS) prevé hasta US$8.000 millones. Petrobras fue el segundo mayor pagador de dividendos de la industria petrolera en 2022, por detrás de Saudi Aramco.
La determinación de Petrobras de apostar por las energías limpias contrasta con la de algunos de sus competidores internacionales. Los pesos pesados europeos Shell Plc (SHEL) y BP Plc (BP) se han alejado de las energías renovables para centrarse más en los combustibles fósiles. Las grandes petroleras estadounidenses Chevron Corp. (CVX) y Exxon Mobil Corp. (XOM) nunca han dado prioridad a la energía eólica y solar y han centrado sus planes de negocio en el petróleo y el gas.
El ejecutivo de 55 años, que asumió el timón de Petrobras en enero de 2023, descartó hacer “giros drásticos” en la estrategia. Pero dijo que la compañía necesita estar preparada para oportunidades de adquisición tanto en renovables como en petróleo, así como en petroquímica y producción de fertilizantes. Petrobras está estudiando invertir en proyectos eólicos y solares terrestres en Brasil antes de pasar a la energía eólica marina. También está aumentando el combustible vegetal para la aviación y el transporte marítimo, dos de los sectores más difíciles de descarbonizar.
Prates afirma que Brasil ofrece mejores condiciones para los proyectos eólicos marinos que Estados Unidos o el Mar del Norte, y que el desarrollo de este sector en Brasil proporcionará una nueva línea de negocio para el mismo tipo de proveedores de servicios que utiliza para los proyectos petrolíferos. Una de sus principales preocupaciones es que Brasil no tenga suficientes proveedores para sus proyectos petrolíferos cuando el mundo empiece a abandonar los hidrocarburos.
“Lo más aterrador que veo dentro de 10 años es una crisis de contratistas”, dijo Prates.
Por ello, Petrobras mantiene conversaciones con el Gobierno sobre una política industrial de apoyo a los proveedores de equipos y astilleros de Brasil. También está buscando formas de obtener bienes y servicios clave de países cercanos y aliados geopolíticos.
Uno de los principales pilares de la política económica del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva es un amplio plan de reindustrialización que proporcionará créditos y financiación a sectores como la sanidad, la defensa y la agroindustria, junto con iniciativas para fomentar una transición ecológica en Brasil.
Prates dijo que Petrobras, como empresa controlada por el Estado, necesita participar en las decisiones de política energética con el Gobierno. Pero esta coordinación no significa que Lula esté interfiriendo en la estrategia empresarial de la compañía, dijo.
“Lo considero más un premio que una carga”, dijo Prates. “¿Quién es el otro CEO en Brasil que puede estar con el presidente de Brasil cada 15 días? Eso resuelve muchos problemas”.
Petrobras también está en conversaciones con Mubadala Capital, el brazo inversor del fondo soberano de Abu Dhabi, para convertirse en socio de una refinería que la empresa brasileña vendió en su anterior gestión. Ambas partes podrían llegar a un acuerdo a finales de año, dijo Prates. Añadió que las refinerías de Petrobras no se diseñaron para competir entre sí y que la planta ha tenido problemas desde que se vendió.
Mubadala Capital está ampliando la refinería de Mataripe, en el estado nororiental de Bahía, para producir combustibles renovables, un proyecto que interesa a Petrobras. Prates dijo que Petrobras no necesariamente operaría la refinería, y que podría dividirse en varias empresas separadas.
“Nos gustaría entrar en eso. Nos han invitado”, dijo Prates. “Podremos reincorporar la refinería al sistema”.
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