Bloomberg — La economía estadounidense creció a un ritmo ligeramente inferior a finales del año pasado, ya que una revisión a la baja de los inventarios ocultó un mayor gasto e inversión de los hogares.
El Producto Interno Bruto creció a un ritmo anualizado revisado del 3,2% en el cuarto trimestre, frente a una estimación previa del 3,3%. El gasto de los consumidores avanzó a un ritmo del 3%, más rápido de lo estimado inicialmente, según mostraron el miércoles las cifras de la Oficina de Análisis Económico. La inflación se revisó al alza.
El año pasado la economía creció un 2,5%, lo que supuso una aceleración con respecto a 2022 y superó con creces los resultados de la zona euro y Japón.
La economía acabó sorprendiendo el año pasado a muchos economistas que esperaban que EE.UU. entrara en recesión tras las agresivas subidas de tasas de interés de la Reserva Federal. En cambio, la solidez del mercado laboral apoyó el gasto de los consumidores y mantuvo el avance de la economía.
Aunque la mayoría de los economistas esperan que el crecimiento se enfríe un poco este año, ya que los elevados costes de los préstamos frenan la demanda de los hogares y la inversión empresarial, aún prevén que EE.UU. pueda evitar una recesión.
El indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, el índice de precios de los gastos de consumo personal, aumentó un 1,8% anual en el cuarto trimestre. Si se excluyen los alimentos y la energía, el indicador aumentó a un ritmo del 2,1%, según el informe de la Oficina de Análisis Económicos. Ambos fueron ligeramente superiores a las estimaciones iniciales.
Las existencias restaron 0,27 puntos porcentuales al PIB, frente al ligero impulso de la estimación inicial del cuarto trimestre. El consumo personal añadió 2 puntos.
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