Bloomberg — El Gobierno socialista de Bolivia está estrechando lazos con los líderes empresariales a los que alguna vez desestimó mientras lucha por evitar que la escasez de dólares hunda la economía.
Funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas y de otras carteras se reunieron la semana pasada con representantes de sectores como el financiero, manufacturero, de la construcción y farmacéutico, y accedieron a muchas de sus peticiones, como normas menos onerosas para los exportadores.
El plan de diez puntos también incluía medidas para hacer frente a la persistente escasez de combustible, como inversiones en biodiésel y exenciones fiscales para los vehículos eléctricos.
“Hoy el Gobierno ya nos considera, nos toma parte en las decisiones”, dijo Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia, que asistió a la reunión. “Hay que reconocer la celeridad de las medidas. A nosotros nos ha sorprendido el compromiso”.
El partido socialista MAS, que ha gobernado la nación andina durante la mayor parte de las dos últimas décadas, mantiene desde hace tiempo una tensa relación con la empresa privada. La Administración a menudo se niega a enviar funcionarios a los actos organizados por el sector privado, y toma decisiones como el aumento del salario mínimo sin consultar a los empresarios. Pero la escasez de dólares está acercando a ambas partes.
Bolivia evitó por poco una crisis financiera el año pasado al aprobar una ley que permite al banco central vender parte de sus reservas de oro. Las cifras más recientes de reservas externas publicadas muestran que el banco ha vendido ya casi todo el metal que le permitía esa ley, y que en diciembre solo le quedaban US$166 millones en efectivo.
Esto lo deja con muy poco poder de fuego con el que defender su paridad de alrededor de 6,9 bolivianos por dólar que ha estado vigente durante 16 años. Esto ha provocado un mercado negro de dólares y la escasez de algunos productos básicos, especialmente combustible.
“La situación en el mercado de divisas se ha vuelto alarmante”, escribió BancTrust & Co. en un informe publicado la semana pasada. “El tipo de cambio oficial es cada vez más irrelevante, ya que cada vez menos agentes tienen acceso a él”.
Escasez de medicamentos
Las empresas han tenido dificultades para pagar las importaciones ante la falta de dólares. El sector farmacéutico ha advertido sobre la posible escasez de medicamentos y equipos médicos debido a la falta de divisas.
La reciente ruptura entre el presidente Luis Arce y el expresidente Evo Morales ha dividido al partido socialista gobernante, privándolo de hecho de su mayoría en el Congreso. Esto constituye un gran problema para el Ministerio de Economía, ya que, aunque pudiera pedir prestado al extranjero, cualquier préstamo tendría que ser aprobado por los legisladores.
“El problema subyacente es fiscal, y el Gobierno es reacio a abordarlo”, escribió en una nota Ricardo Penfold, de Seaport. “Dada la actual crisis política de Bolivia, abordar el tema fiscal parece poco probable”.
Arce fue elegido en 2020 y se desempeñó como ministro de Economía en la presidencia de Morales, durante los años de auge de Bolivia.
Tras su reunión con los líderes empresariales, el Gobierno también acordó emitir bonos en dólares, aunque no está claro cómo lo hará, ya que el crédito en distress de la nación los aísla de hecho de los mercados mundiales. Las autoridades monetarias han buscado formas de aprovechar el llamado “banco del colchón”, mediante el cual los bolivianos atesoran billetes verdes fuera del sistema financiero, incluidas las divisas generadas por la industria nacional de la cocaína.
El banco central no respondió a una solicitud de comentarios.
Se adentra en terreno “basura”
En febrero, Fitch Ratings rebajó aún más la calificación de los bonos bolivianos a “basura”, al señalar que la caída de las reservas internacionales amenaza la capacidad del país para pagar el servicio de su deuda.
Las exportaciones de gas natural impulsaron la economía del país a principios de este siglo, pero la producción disminuyó debido a la falta de inversión en exploración, afirma Napoleón Pacheco, profesor de economía de la Universidad Mayor de San Andrés. Y aún no ha encontrado una nueva fuente de crecimiento.
“La economía boliviana está en un proceso de franco deterioro”, afirmó.
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