El grupo chileno Falabella (FALAB) informó este viernes que reorganizará su negocio y que en el marco de este plan realizará una fusión de los equipos de e-commerce y tiendas por departamento, creando a su vez una nueva Gerencia de Transformación que será liderada por el ejecutivo Benoit De Grave.
El plan de la compañía incluye, por un lado, la fusión de los equipos de Falabella Retail, su división de tiendas por departamento, y falabella.com, que es su negocio de comercio electrónico.
Ambos equipos se unificarán progresivamente y serán liderados por Francisco Irarrázaval, actual gerente general de Falabella Retail. Irarrázaval también continuará dependiendo del gerente general Corporativo de Falabella.
Además, sus marcas Sodimac y Tottus, “ahondarán en su propuesta especialista”, de mejoramiento del hogar y supermercado, informó la compañía.
En diciembre, Bloomberg Línea conoció en exclusiva que Grupo Falabella puso en marcha un proceso de despidos en tres países de Latinoamérica en medio de la reorganización de sus finanzas.
Falabella ejecutó el despido de al menos 400 personas en Chile, Perú y Colombia, lo que representa el 0,5% de la plantilla total de la compañía.
El cambio en la estructura de Falabella “se irá reflejando de manera progresiva en la experiencia de navegación, donde la identidad de los retailers irá cobrando mayor protagonismo”.
Además de reorganizar a sus equipos, la compañía creó una nueva Gerencia de Transformación que será liderada por Benoit De Grave en el cargo de gerente Corporativo de Transformación. Benoit ejercía como gerente de la división de Omnichannel Retail.
La tarea de De Grave es “conducir y liderar los procesos de evolución del grupo, necesarios para fortalecer la estrategia del ecosistema”.
El ejecutivo continuará a cargo de la evolución del e-commerce del grupo y sumará nuevas funciones con reporte al gerente general Corporativo de Falabella.
Además, anunció que Jaime Ramírez, exgerente general de falabella.com, se ha sumado “para ejecutar los desafíos de esta gerencia”.
En noviembre del año pasado, Falabella perdió su grado de inversión luego de que la agencia Fitch Ratings rebajara la calificación de la empresa desde BBB-a BB+, con perspectiva negativa, en medio de su alto nivel de deuda.
Para hacer frente a esta situación, la compañía había puesto en marcha un plan de venta de activos inmobiliarios por hasta US$1.000 millones.