Los países del Grupo de los 20 están tan fragmentados sobre la guerra entre Israel y Hamás y la invasión rusa de Ucrania que podrían verse obligados a reducir el alcance del foro para evitar por completo las cuestiones geopolíticas este año, según personas familiarizadas con el asunto.
Eliminar todos los temas políticos delicados de las declaraciones del G-20 restaría relevancia al formato, dijo una de las personas, que habló bajo condición de anonimato. Pero eso daría al grupo la oportunidad de llegar a un consenso sobre otras cuestiones.
Los ministros de Asuntos Exteriores del G-20 se reunirán en Río de Janeiro a partir del miércoles, cuando se espera que el grupo debata el conflicto de Medio Oriente. Para complicar el encuentro, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, comparó el fin de semana la guerra de Israel contra Hamás con el exterminio de judíos por parte de Adolf Hitler durante el Holocausto.
Lula marca la pauta para el llamado Sur Global, ya que Brasil ostenta la presidencia rotatoria del G-20. Varios países latinoamericanos han retirado a sus embajadores de Israel en medio de su guerra contra Hamás y Sudáfrica ha presentado una demanda ante el Tribunal Internacional de Justicia, acusando a Israel de genocidio.
El Grupo de los Siete representa a Estados Unidos y sus principales aliados, mientras que el G-20 reúne a países de todo el espectro, incluida China, por lo que se convierte en un foco de disputas mundiales. Israel no es miembro del G-20.
En vísperas de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores -así como de una reunión de ministros de Finanzas la próxima semana-, funcionarios que representan a países del Sur Global, incluidos Sudáfrica y Brasil, han manifestado que quieren que su postura de que Israel está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino quede reflejada en cualquier declaración conjunta del G-20, según las fuentes.
Esta formulación ha sido rechazada por otros países del G-20, entre ellos Estados Unidos y Alemania.
Brasil ha explorado estrategias para evitar que las guerras entre Israel y Hamás y con Rusia eclipsen el resto de la agenda, como emitir una única declaración al final de la presidencia de Brasil en noviembre, en lugar de después de cada reunión ministerial, según las personas.
Algunos miembros que representan al Sur Global han argumentado que el G-20 debería eliminar cualquier referencia a los conflictos geopolíticos, incluida la guerra de Rusia contra Ucrania, ya que se considera imposible llegar a un acuerdo sobre estas cuestiones, dijeron las personas. El resultado podría ser que cualquier declaración futura del G-20 sea más breve y menos política.
Enfoque económico
También significa que el formato del G-20 volvería a centrarse en su objetivo inicial de fomentar la cooperación económica y reforzar la resistencia fiscal para evitar que se repita una crisis financiera mundial, según la gente.
Durante una reunión celebrada en Marruecos en octubre, pocos días después de que Hamás lanzara su mortífero ataque contra Israel, los jefes de finanzas del G-20 acordaron un comunicado en el que no se mencionaba el conflicto, lo que ponía de manifiesto la lucha del foro por abordar conflictos considerados amenazas para la economía mundial.
Tras la cumbre del G-20 celebrada en septiembre en la India, los líderes lograron acordar, tras varios días de disputas, un texto de compromiso sobre la invasión rusa de Ucrania, que recibió los elogios de Estados Unidos y sus aliados, pero suscitó las críticas de Kiev.
Israel insiste en la necesidad de destruir a Hamás tras el ataque del 7 de octubre contra comunidades del sur de Israel, en el que murieron 1.200 personas. Más de 29.000 personas han muerto en Gaza desde que Israel comenzó su ofensiva de represalia, según funcionarios sanitarios del territorio gobernado por Hamás.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros países consideran a Hamás una organización terrorista.
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