Bloomberg — El mayor proveedor mundial de etanol elaborado a partir de caña de azúcar está considerando la posibilidad de construir una planta de combustible sostenible para aviones en su país de origen, Brasil.
Paulo Neves, vicepresidente comercial de Raizen SA, declaró en una entrevista: “Creemos sinceramente que producir en Brasil, el primer país productor de caña de azúcar, ofrece una ventaja estructural”.
La empresa, propiedad de Shell Plc (SHEL) y Cosan SA (CSAN3), considera que la producción de combustible de aviación sostenible en Brasil tiene sentido desde el punto de vista económico, ya que requiere grandes volúmenes de materia prima. Según Neves, los costes de transporte para exportar el producto final serían un 70% inferiores a los de exportar etanol para su transformación en combustible de aviación en el extranjero.
Aún así, los planes para una fábrica local de combustible de aviación están en sus primeras fases. Raizen se ha asociado con un proveedor de tecnología y está en conversaciones para definir la escala del proyecto, dijo.
La producción de SAF a partir de etanol aún está en pañales: la primera planta se puso en marcha en Estados Unidos el mes pasado. Aunque Raizen cree que sería beneficioso para Brasil apostar por el combustible sostenible para aviones, la empresa aún está analizando los aspectos económicos. Una planta brasileña de SAF competiría en el mercado mundial con fábricas situadas en países que ya cuentan con incentivos fiscales, dijo Neves.
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