Bloomberg Línea — Los costos del transporte público en Latinoamérica volvieron a actualizarse en el comienzo de 2024, a medida que algunos de los países en los que el tiquete recibe algún tipo de subsidio tratan de estabilizar las finanzas de los sistemas, y otros nivelan las tarifas por los efectos de las subidas de la gasolina y los efectos de la inflación.
Con relación a otras regiones del mundo, Latinoamérica cuenta con unas “tarifas medias” del sistema de transporte público, con excepciones de países que presentan precios “extremadamente bajos” en términos de la relación con el poder adquisitivo, dijo a Bloomberg Línea en Colombia el investigador en movilidad sostenible Darío Hidalgo Guerrero.
Comenta que las grandes economías de la región han ajustado las tarifas o prevén hacerlo en este 2024, después de largos períodos de haberlos mantenido congelados en algunos casos, lo que refleja que los precios de prestar el servicio han seguido subiendo a medida que la formalidad en el sector también aumenta en Latinoamérica, elevando a su vez el costo laboral.
En la actualidad, en el caso de ciudades como Bogotá “nos está pesando mucho. La mitad de los costos de prestar el servicio de transporte público lo pagamos con impuestos y la otra mitad con la tarifa. Hay que buscar la plata. Eso presiona la tarifa hacia arriba”. Mientras que el congelamiento de la tarifa del Metro en Ciudad de México ha provocado que la capital del país dedique una gran cantidad de recursos para mantener el servicio, pero sacrificando el mantenimiento, opinó.
“Lo que guía la política tarifaria en la mayoría de los servicios de la región es una maximización de utilidades de los operadores, que van a minimizar la oferta (cantidad y calidad) para ajustarse a las ganancias que producen tarifas bajas”, consideró en conversación con Bloomberg Línea la directora general de Impacto Global y Acción Local en la organización no gubernamental de investigación World Resources Institute, Adriana Lobo.
Expuso que las ciudades que tienen tarifa integrada (Santiago o Bogotá, por ejemplo) muestran precios más elevados que en aquellas sin integración (Ciudad de México, por ejemplo).
Por lo anterior, consideró clave tener en cuenta el costo del viaje total, no solo de cada modo transportado.
“Lo que interesa es el costo total del viaje. Así, una persona que solo ocupa Metro en la CDMX paga mucho menos que una persona que usa solo Metro en Santiago, pero si esa misma persona hace varios transbordos, probablemente termine pagando más en la CDMX que en los ejemplos sudamericanos que se ofrecen”, explicó.
En São Paulo, una de las principales urbes de Latinoamérica con más de 12,3 millones de habitantes, el precio del tiquete del metro o tren metropolitano se ajustó a R$5 (cerca de US$1), un aumento de R$0,60. Entre tanto, el costo del tiquete de autobús se mantuvo en R$4,40 (US$0,8).
El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, justificó en su momento que las tarifas habían permanecido congeladas desde el 2020 y, por tanto, había que subirlas para que las finanzas del sistema no se vieran perjudicadas. En octubre del año pasado, los trabajadores del metro de São Paulo fueron a huelga ante los planes de privatización de activos estatales por parte De Freitas.
En México, el costo del tiquete del Metro de la capital se considera uno de los más baratos del mundo y un boleto le da al usuario derecho a transbordar de una línea a otra. De hecho, desde el 13 de diciembre del 2013 está congelado en los MXN$5 (unos US$0,2). Entre tanto, la tarifa del Metrobus es de MXN$6 (US$0,3).
En ese país, las tarifas del transporte público están soportadas por un subsidio gubernamental, pero sin este el precio se podría elevar hasta los MXN$14 (US$0,8), de acuerdo a Jorge Gaviño, exdirector del Sistema de Transporte Colectivo (STC).
En febrero, el precio del tiquete del subte en Buenos Aires pasó a costar ARS$125 (US$0,11) en todas las líneas, siendo la última fase del anunciado incremento de la tarifa del 56% para este inicio del 2024.
“La actualización responde, principalmente, a la variación de la tarifa técnica, que refleja el costo de la explotación del servicio y consiste en el cociente entre dichos costos y el número de pasajeros pagos, de manera tal de mantener sustentable el sistema de transporte público”, explicó la estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) en un comunicado.
En Argentina, el Gobierno también realizó una subida del 250% en los precios de los tiquetes de los colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Con esto, el precio de los tiquetes de los colectivos del AMBA pasará a ARS$270 (US$0,24). Ese tramo, de cero a tres kilómetros, ascendería a ARS$421 (US$0,37) si la SUBE no está nominalizada. Con tarifa social será de ARS$121,50 (US$0,11).
En el caso del tren, los aumentos desde febrero serían desde los ARS$48,38 del tramo mínimo (US$0,04) a ARS$130 (US$0,12) para todas las líneas: Urquiza, Belgrano Norte, Belgrano Sur, Roca, Sarmiento y Mitre. La tarifa máxima pasará a ARS$208 (US$0,18).
Si bien Argentina tenía algunos de los costos de transporte público más bajos de la región gracias a los subsidios estatales, un ajuste en los mismos podría significar un impacto para la asequibilidad, según Darío Hidalgo.
En Santiago de Chile, el Metro de la capital cuenta con tres tipos de tarifas: Punta (CLP$830 o unos US$0,85), Valle (CLP$750 o US$0,77) y Bajo (CLP$670 o US$0,69), que aplica de lunes a viernes. Los sábados, domingos y festivos aplica la tarifa Valle en cualquier la franja horaria.
En Bogotá, la Alcaldía unificó las tarifas del sistema zonal (SITP) y la del sistema troncal (Transmilenio), ubicándolas en COP$2.950 (US$0,7) a partir del 12 de febrero. Esto se da luego de un aumento de COP$200 en el precio de la tarifa del pasaje de los buses del SITP.
De acuerdo a la Alcaldía de Bogotá, transportar a una persona en TransMilenio cuesta en promedio COP$5.500 (US$1,3), una diferencia que es soportada por el fondo de estabilización de tarifas o FET. En 2024, la Alcaldía cuenta con un presupuesto aprobado para el sistema por COP$3,077 billones (unos US$759,150 millones), de los cuales COP$2,25 billones serán aportados por la ciudad y COP$825.000 millones de la Nación.
De acuerdo a datos facilitados por Hidalgo, en Bogotá el 41% de los usuarios del sistema tienen que destinar más del 10% de sus ingresos en una canasta de 60 viajes al mes. A su juicio, esto refleja que hay que apoyar a las personas que tienen difícil asequibilidad al sistema de transporte, “pero eso no significa que la tarifa tenga que ser baja para todos los usuarios. Hay que encontrar mecanismos de ayuda para las personas que lo necesitan”.
De otra parte, la Intendencia de Montevideo ajustó el costo del tiquete del ómnibus con tarjeta STM a UYU$45 (US$1,14) para el boleto de una hora y a UYU$56 en efectivo (US$1,42). Además, el costo del boleto de 2 horas con STM se ajustó a UYU$67 (US$1,71) y en efectivo a UYU$84 (US$2,15).
En el Metro de Lima, entre tanto, el costo del pasaje de adulto es de S/$1.50 (US$0,38) y la tarifa de medio pasaje, que aplica a los estudiantes, es de S/$0.75 soles (US$0,19). En Quito, la tarifa base del Metro es de US$0,45 para la población en general, mientras que para los adultos mayores y estudiantes se ubica en US$0,22 y para usuarios con discapacidad en US$0,10. En septiembre, el Metro de Caracas ajustó su tarifa a Bs.$5 por viaje (US$0,13), mientras que el precio de la tarjeta recargable para acceder al sistema se mantuvo en Bs.$25 (US$0,69).