La Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos (CFPB, por sus siglas en inglés), define las ‘tarifas basura’ como los cargos extra que se imponen y cobran a los consumidores después de que se han registrado para obtener un producto o servicio.
Un ejemplo se da en los productos de crédito, en el cual los cargos basura son las tarifas extra o por encima de la media que cobran los bancos y compañías financieras. Es decir, un cargo extra cuando el usuario bancario no hace el pago mínimo mensual de su tarjeta de crédito.
Es así como un estudio encontró que la población hispana en Estados Unidos se ve “adversamente” afectada por este tipo de cobros, al punto que perdieron US$5.800 millones en recargos ocultos por tipo de cambio en 2023, de acuerdo con Wise, empresa de transferencias digitales.
El informe, realizado por Morning Consult, y que encuestó a 345 familias hispanoamericanas en todo el país, reveló que los cargos basura están teniendo consecuencias emocionales y financieras en la población hispana. Más de la mitad (58%) de los encuestados señalaron que los cargos basura afectan negativamente sus situaciones financieras, y el 61% declaró una influencia negativa en su bienestar emocional.
El impacto de los cargos basura en transferencias de cambio
La población hispana en EE.UU. y su peso económico podría llegar a representar un PIB estimado en los US$3,2 billones, de acuerdo con la Cámara Hispana de Comercio de EE.UU. (USHCC, por sus siglas en inglés).
Y, como en una buena parte de población migrante o con nexos familiares en un país diferente al de residencia (EE.UU.), las transferencias de cambio y operaciones en cambios de divisas, que por lo general se desprenden en operaciones de remesas, también generan cargos ocultos. Desde 2018, las tarifas por transacciones de divisas en Estados Unidos han aumentado un 41%, de $8.600 millones a $12.100 millones en 2023.
Pero más allá de estas transacciones de cambio, las facturas de servicios públicos (20%), tarjetas de crédito (11%) y servicios financieros (11%), también fueron identificadas como las áreas principales de mayor estrés en cuanto a los cargos basura.
“Los cargos basura, además del surgimiento del costo de las viviendas, están afectando enormemente la salud financiera de las familias hispanas en los Estados Unidos que trabajan arduamente. La movilidad ascendente de la comunidad hispana tiene un gran impacto en la viabilidad económica del país en el futuro. Cuando los gastos financieros innecesarios como los que causan los cargos basura afectan a su vida diaria, es imperativo que hagamos lo que podamos para eliminar el estrés de estos costes”, dijo Joshua Contreras, oficial superior de Política y Campañas de Wise.
Cambio en decisiones de consumo
Incluso, el gobierno central de Estados Unidos, en cabeza del presidente Joe Biden, se ha centrado en esta problemática y ha puesto en marchas diferentes medidas para atacar las tarifas basura.
A finales de 2022, Biden anunció medidas contra estos cargos que bancos y empresas imponen al consumidor, y que superan los $15.000 millones cada año, en un esfuerzo por mitigar los impactos de la alta inflación. Al cierre de 2023, el gobierno también señaló que tomaría medidas específicas contra los operadores de televisión por cable, para recortar sus tarifas extra agregadas a los usuarios, con trámites en el Congreso.
Por esta razón, y a medida que aumenta el conocimiento de los cargos basura, los hispanoamericanos modifican sus hábitos de compra, dice Wise:
- Casi la mitad (48%) afirma que las tarifas basura han influenciado sus decisiones sobre con qué empresas hacer negocios.
- El 44% afirma haber cambiado o dejado de utilizar una determinada empresa o marca debido a las tarifas basura.
- El 62% expresó menos confianza en las instituciones financieras.
- El 78% cambiará o ha cambiado de proveedor de transferencias internacionales de dinero debido a los sobreprecios en los tipos de cambio y las comisiones inesperadas.
Por último, se señaló que los principales incrementos de cargos basura en operaciones de divisas o transferencias, el 55% de estos se produjeron en solo cuatro estados: California, Texas, Florida y Nueva York, y tan solo California representó el 22% de los aumentos entre 2018-2023.