Los médicos no dan a los jóvenes enfermos de cáncer lo que necesitan

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El índice de mortalidad por cáncer en EE.UU. ha disminuido de un modo sostenido a lo largo de varias décadas. Sin embargo, hay una importante observación: últimamente hemos observado un leve, pero inquietante incremento de la tasa de determinados tipos de cáncer, en particular el de colon, entre los menores de 50 años. Se trata de pacientes con un conjunto de necesidades que el sistema de salud, que suele atender a pacientes de mayor edad, no siempre satisface.

Ello empieza por un diagnóstico a tiempo: son muchos los que no descubren que padecen cáncer hasta que este ya se halla en fases avanzadas. Además, los pacientes más jóvenes precisan otro tipo de asistencia durante su tratamiento.

El incremento sostenido de los cánceres colorrectales entre la población de 20, 30 y 40 años provocó que el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) iniciara en 2018 la primera clínica en Estados Unidos especializada en pacientes de aparición más temprana. Algunos otros importantes centros de oncología han hecho lo propio. Aunque un diagnóstico de cáncer es algo que afecta a la vida a cualquier edad, los oncólogos del MSKCC descubrieron que los pacientes de menor edad requerían diferentes tipos de apoyo.

“Nos ocupábamos mucho de su cáncer, pero los enfermos sentían que nos estábamos olvidando de otras facetas de sus vidas”, explica Robin Mendelsohn, codirectora de la clínica.

A diferencia de la mayoría de los pacientes mayores, los más jóvenes podrían estar compaginando el tratamiento con carreras florecientes, niños pequeños y padres ancianos. Eso puede crear tensión financiera. Más de la mitad de los entrevistados en una encuesta de 2020 de pacientes con inicio temprano realizada por la organización sin fines de lucro Colorectal Cancer Alliance (Alianza de cáncer colorrectal) dijeron que “a menudo” o “siempre” sentían estrés financiero y al 66% le preocupaba que su enfermedad creara problemas de dinero.

Es posible que otros aún no tengan hijos y necesiten afrontar la posibilidad de que un tratamiento que les salve la vida pueda robarles la fertilidad. En la encuesta de la CCA, una porción considerable (37% de las mujeres y 16% de los hombres) habían quedado infértiles debido al tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, sólo el 31% de los encuestados dijo que su equipo de atención había discutido la preservación de la fertilidad. Mejorar estas cifras parece un listón bajo que la comunidad oncológica seguramente puede superar.

Pero incluso cuando se aborda el tema, surge otro problema: no todas las aseguradoras cubren la preservación de la fertilidad. La recuperación de óvulos puede costar decenas de miles de dólares. Existen varios programas de subvenciones para cubrir o sufragar el costo, pero sería mucho mejor que las aseguradoras lo reconocieran como una parte central de la atención de un paciente joven con cáncer.

Y los pacientes jóvenes también necesitan ayuda para afrontar la supervivencia. Es posible que el tumor haya desaparecido, pero su impacto podría ser duradero. La cirugía para algunos tipos de cáncer colorrectal puede afectar la función sexual. Algunos pacientes pueden tener dificultades con los cambios en su apariencia o necesitar una bolsa de ostomía, ya sea de forma temporal o permanente. “Todo eso tiene un impacto invisible en las relaciones sociales”, ya sea la vacilación a la hora de intentar tener una cita o simplemente salir a cenar con amigos, dice Nancy You, líder del Programa Colorrectal de Inicio Joven del MD Anderson.

Y luego está la ansiedad residual (para algunas personas, incluso un trauma en toda regla) de una experiencia que pone en peligro la vida. Una red de apoyo apropiada para su edad, en la que los sobrevivientes se sientan comprendidos por personas en una etapa similar de su vida, puede ayudar a superar esos desafíos. Sin embargo, los pacientes jóvenes con cáncer me dicen que esos grupos suelen ser difíciles de encontrar.

No todos los hospitales tienen los recursos para ofrecer a los pacientes jóvenes el tipo de equipo multidisciplinario necesario para abordar estos desafíos físicos, mentales y financieros. Para los hospitales rurales o con escasos recursos, las derivaciones a telesalud podrían desempeñar un papel clave para complementar la atención presencial.

Otra cosa que necesitan los pacientes más jóvenes: mejores datos. Gran parte del conocimiento médico sobre los efectos a largo plazo del tratamiento del cáncer de colon, como el daño cardíaco relacionado con las quimioterapias comunes, proviene del uso de los medicamentos en una población de pacientes de mayor edad. Pero si las personas reciben esos mismos tratamientos cuando tienen entre 20 y 30 años, ¿cuáles son las consecuencias para la salud cuando llegan a los 50 y 60 años? Además, una vez que el cáncer haya desaparecido, ¿es necesario que estos pacientes más jóvenes se hagan pruebas de detección con más frecuencia? Los investigadores del MSKCC y otros están estudiando estas preguntas, que guiarían la mejor atención a largo plazo para los sobrevivientes.

Mientras los médicos buscan respuestas sobre lo que está causando el preocupante aumento de casos, el sistema de atención médica debe prestar igual atención a las diferentes necesidades de estos pacientes más jóvenes, para maximizar sus posibilidades de vivir una vida plena durante y después de su enfermedad.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.

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