Bloomberg — La economía de Estados Unidos ha empezado el año mejor de lo previsto, en gran medida debido a un esperado repunte del volumen de consumidores que han vuelto a gastar en “cosas” tras haberlo hecho en experiencias durante 2022. Las compras se han visto estimuladas por una acelerada desaceleración inflacionaria, que ha disminuido ciertos riesgos vinculados al debilitamiento del mercado de trabajo.
El consumo de bienes, ajustado a la inflación, subió un 5% interanual el pasado mes de diciembre, su mayor crecimiento desde inicios del 2022, con una sólida demanda tanto en bienes duraderos como no duraderos.
El motivo es sencillo: los precios continúan aumentando considerablemente con respecto a los niveles previos a la pandemia, aunque los consumidores ya no ven aumentos de precios en los productos que adquieren. De acuerdo con el informe de ingresos y gastos personales, no se produjo inflación interanual de los bienes en el mes de diciembre, una tendencia que se ha mantenido desde mediados del 2023. Dado que el mercado de trabajo sigue firme, los trabajadores, que continúan percibiendo aumentos, disponen de ingresos para adquirir más bienes, y optan por hacerlo.
Las compañías han destacado este giro en sus recientes informes de resultados. Procter & Gamble Co. (PG) se refirió a la recuperación experimentada por la demanda y al incremento del volumen, que pasó del -3% al 4% en Estados Unidos en los últimos trimestres. Por su parte, la compañía logística JB Hunt Transport Services Inc. (JBHT) indicó que los volúmenes de su división intermodal, formada por las cajas de carga que se transportan entre trenes y camiones, crecieron un 6% en octubre, un 6% en el mes de noviembre y un 8% en el mes de diciembre, todos en términos interanuales. Los directivos de Packaging Corporation of America (PKG), que fabrica cartón para embalajes y otros artículos relacionados con el e-commerce y el transporte de mercancías, dijeron que la demanda ha crecido un 8% respecto al año previo en lo que va del mes de enero, y que consideran que esta tendencia se mantendrá a lo largo del trimestre.
La capacidad de comprar más gracias a la falta de inflación de bienes también está alimentando una recuperación de la confianza. El informe del Conference Board del martes mostró que la evaluación de los consumidores sobre la situación actual aumentó en enero a su nivel más alto desde marzo de 2020. Este repunte en el consumo de bienes no significa que la economía industrial vaya a navegar tranquilamente. La desinflación de la que se benefician los consumidores refleja un exceso de capacidad. Las empresas todavía están en gran medida intentando hacer más con menos en lugar de construir nuevas fábricas para prepararse para la demanda futura.
Aún así, los datos económicos que hemos recibido hasta ahora muestran un buen comienzo de año. El rastreador del Banco de la Reserva Federal de Atlanta se encuentra actualmente en un crecimiento real del producto interno bruto del 3% para el primer trimestre, con un 2,4% de ese crecimiento proveniente del consumo, muy por encima del pronóstico medio del 1% de los economistas encuestados por Bloomberg. Además, debido a que la huelga del United Auto Workers restó un 0,7% al crecimiento en los últimos tres meses de 2023 , existe la posibilidad de que se produzca un impulso excepcional a medida que se reanude la actividad normal.
Aún quedan puntos débiles en la economía que vale la pena observar. Algunos empleadores administrativos, particularmente en los sectores de tecnología y medios de comunicación, continúan encontrándose con estructuras de costos que no satisfacen a sus inversionistas. Ya hemos visto un ritmo constante de importantes recortes de empleos por parte de empresas como PayPal Holdings Inc. (PYPL) y las divisiones de videojuegos de Microsoft Corp. (MSFT), a pesar de las perspectivas optimistas para los consumidores.
Pero para una economía en la que el 70% es consumo, es el estado de los compradores estadounidenses lo que es crucial para la trayectoria de crecimiento a corto plazo, particularmente su gasto en bienes que impulsan la actividad en los sectores industriales y manufactureros auxiliares. Y el mensaje de los datos económicos y las ganancias corporativas de las últimas semanas es que el crecimiento desinflacionario que obtuvimos en 2023 continúa desafiando a los escépticos en el nuevo año. Mientras la Reserva Federal reflexiona sobre su próximo paso, nada de lo que hemos visto hasta ahora debería cambiar la opinión de que los funcionarios han logrado avances suficientes en materia de inflación básica como para comenzar a recortar las tasas de interés. Pero el repunte del consumo de bienes debería reducir el riesgo de malos resultados en el mercado laboral, lo que sugiere que la flexibilización de las políticas puede ser más táctica que agresiva.
Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.
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