Bloomberg — Carlos Tavares de Stellantis NV (STLA) se está preparando para una era de consolidación en la industria automotriz, prediciendo que la carrera por ofrecer vehículos eléctricos más asequibles terminará en un “baño de sangre”. Ha prestado especial atención a una empresa que percibe como vulnerable: Renault SA.
El director ejecutivo de 65 años no está tomando medidas formales para perseguir a Renault, que es virtualmente inaccesible debido a la propiedad y la influencia del estado francés sobre los dos fabricantes. Lo que ha hecho es eclipsar a su rival en cada turno y preparar a su empresa para capitalizar cualquier contratiempo.
Renault ha sufrido justo el tipo de tropiezo que Tavares ha estado esperando esta semana, cancelando la búsqueda de varios años de una oferta pública inicial para su negocio de vehículos eléctricos. En una entrevista exclusiva, el CEO de Stellantis cuestionó la estrategia de Renault y si tendrá la envergadura para competir con su empresa y los líderes de vehículos eléctricos, Tesla Inc. (TLSA) y BYD Co.
"Es mi trabajo mantener mis ojos abiertos. Es mi trabajo entender cómo la industria va a sobrevivir esta transición. Es mi trabajo asegurarme de que mi empresa sea uno de los ganadores", dijo Tavares el miércoles. "Y si somos uno de los ganadores, por supuesto que habrá oportunidades".
Cuando anunció la cancelación de una OPI para Ampere, su negocio de vehículos eléctricos y software, Renault reiteró que puede financiar su futuro por sí mismo. La compañía también dijo que una mayor generación de efectivo influyó en su decisión de cancelar el proceso de cotización.
Un portavoz de Renault se negó a comentar sobre los comentarios de Tavares.
Competencia directa
Aunque la rivalidad entre Peugeot y Renault data de hace 125 años, Tavares ha llevado la competencia a otro nivel. Ha criticado públicamente la separación del negocio de vehículos eléctricos de Renault y se ha mostrado molesto con las sugerencias de que Stellantis no está invirtiendo tanto en Francia. Incluso ha organizado eventos mediáticos, incluidos informes de ganancias, para adelantarse o coincidir con las presentaciones ya programadas de Renault.
A principios de este mes, Tavares dijo a los periodistas que los fabricantes de automóviles están inmersos en una "carrera hacia el fondo" con los vehículos eléctricos, reduciendo los precios más rápido de lo que reducen los costos.
“En este mundo, que es totalmente darwiniano, los que son capaces de proteger sus números” son los que están listos para las fusiones, dijo a los periodistas el 19 de enero. “Mientras veas que mis números están en el nivel adecuado, puedes concluir que estoy preparado para cualquier tipo de consolidación”.
El homólogo de Tavares en Renault, el CEO Luca de Meo, declaró que la compañía “ha vuelto del infierno” aproximadamente un año y medio después de la pandemia, que devastó al fabricante que ya era débil. Renault sobrevivió con la ayuda de un préstamo de 5.000 millones de euros respaldado por el estado francés.
Después de estabilizar Renault, de Meo, de 56 años, dividió la compañía en cinco unidades de negocio, incluido el negocio de vehículos eléctricos Ampere y su compañía de motores de combustión e híbridos, llamada Horse.
Tavares dijo el miércoles que tiene mucho respeto por de Meo. Pero cuando se le preguntó si Stellantis seguiría una estrategia similar, Tavares respondió rotundamente que no.
"Somos un solo Stellantis", dijo en la junta anual de accionistas de la compañía en abril. "Estamos gestionando esta empresa no con Old Co.-New Co., sino con One Co."
Es personal
El intenso interés en Renault es personal para Tavares. Pasó la mayor parte de las primeras tres décadas de su carrera en la compañía, solo para irse de manera dramática después de buscar abiertamente el puesto del entonces CEO Carlos Ghosn. Fue contratado rápidamente para dirigir el fabricante de Peugeot, PSA Group, ejecutó una vuelta de tuerca y orquestó su fusión en 2021 con Fiat Chrysler, formando el segundo fabricante de automóviles más grande de Europa.
Mientras Tavares ha estado aumentando sus marcas, comenzando con Peugeot y Citroën, adquiriendo Opel y Vauxhall y luego fusionándose con el propietario de Jeep, Fiat y Alfa Romeo, Renault se ha retirado de su alianza de décadas con Nissan Motor Co.
El año pasado, las compañías decidieron disolver una organización conjunta de compras que se había considerado como uno de los elementos más exitosos de su relación, de lo contrario problemática. En diciembre, Renault comenzó a vender su participación en Nissan.
Durante la entrevista del miércoles, Tavares dijo que Renault se está acercando a socios chinos, aludiendo a su acuerdo de empresa conjunta con Zhejiang Geely Holding Group Co. de China para establecer Horse. El grupo Envision de China también es uno de los principales proveedores de baterías para vehículos eléctricos de Renault.
"Veremos cómo se va a desarrollar esto, incluido a los ojos del gobierno francés", dijo Tavares. "No tengo un interés específico en esta compañía más que cualquier otra; solo estoy observando que tienen una estrategia diferente".
Fuera de los límites
Aunque la perspicaz visión de Tavares sobre la capacidad de Renault para llevar a cabo una OPI de Ampere resultó ser verdadera, actuar sobre esa omnisciencia es otra cuestión.
Ambas compañías emplean aproximadamente 80.000 trabajadores a tiempo completo en Francia y el estado ha utilizado su participación en las compañías y su presencia en sus consejos para proteger empleos.
La intervención gubernamental también ha sido la raíz de la reciente historia de negociaciones fallidas de Renault. Los persistentes esfuerzos de Ghosn, de 69 años, por fusionar Renault y Nissan mientras trataba de equilibrar los intereses estatales culminaron con su caída a fines de 2018. Al año siguiente, Fiat Chrysler buscó brevemente una fusión con Renault y luego culpó a la interferencia política cuando se retiró.
Otro factor complicante: de Meo ha mantenido discusiones con Volkswagen AG, el fabricante de automóviles más grande de Europa, y otros sobre el desarrollo conjunto de vehículos eléctricos más asequibles.
"Una asociación entre Renault y Volkswagen puede ser el punto de partida de algo que pondría a Renault bajo la dependencia de Volkswagen", dijo Tavares en la entrevista.
Diferente liga
Por el momento, Tavares está fomentando la rivalidad entre los principales fabricantes de automóviles de Francia de formas grandes y pequeñas.
Stellantis ha reclutado a varios de los principales ejecutivos de Renault y los ha colocado en puestos de alto nivel, en detrimento de los experimentados gerentes de Peugeot y Citroën. Entre ellos se encuentran Florian Huettl, quien dirige la marca Opel; Uwe Hochgeschurtz, quien supervisa Europa ampliada; y Thierry Koskas, el CEO de Citroën.
Incluso han discutido sobre sus calendarios de eventos. Renault y Stellantis informarán ambos los resultados anuales el 15 de febrero, una fecha que Renault anunció en su sitio web al menos cuatro meses antes. Stellantis dijo a los inversionistas en enero que publicaría ganancias el mismo día.
Tavares se pone nervioso siempre que alguien sugiere que Renault está invirtiendo más en Francia que Stellantis, incluso si esa persona es el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire.
"Dejen que ponga la iglesia en el centro del pueblo", dijo Tavares a los periodistas en el último Salón del Automóvil de París. "Tenemos un volumen de negocio cuatro veces mayor que el de Renault y una rentabilidad 12 veces mayor. Los respeto, pero no estamos dentro de la misma liga".
- Con la asistencia de Daniele Lepido y Dinesh Nair.
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