Bloomberg — Boeing Co. (BA) ha suspendido sus previsiones financieras para 2024, enviando un mensaje a los inversores de que está centrada directamente en abordar una preocupante serie de errores de calidad que culminaron en una explosión casi catastrófica de un panel en un 737 Max a principios de este mes.
Los beneficios, el flujo de caja y los ingresos del cuarto trimestre superaron las expectativas de los analistas, según los resultados publicados el miércoles por el fabricante de aviones estadounidense. Pero el informe pasó a un segundo plano ante la última crisis del 737 Max de Boeing y su respuesta a las consiguientes medidas reguladoras.
“Aunque a menudo utilizamos esta época del año para compartir o actualizar nuestros objetivos financieros y operativos, ahora no es el momento para ello”, dijo el consejero delegado Dave Calhoun a los empleados en un memorándum. “Simplemente nos centraremos en cada próximo avión mientras hacemos todo lo posible para apoyar a nuestros clientes, seguir el ejemplo de nuestro regulador y garantizar el más alto nivel de seguridad y calidad en todo lo que hacemos”.
Se espera que Calhoun utilice una conferencia telefónica con analistas a lo largo del día para esbozar el camino a seguir por Boeing a medida que la Administración Federal de Aviación intensifica el escrutinio de sus sistemas de fabricación y proveedores. El nuevo jefe de la FAA, Michael Whitaker, ha limitado la producción del 737 a los niveles actuales hasta que mejore la calidad y ha prometido ampliar enérgicamente la supervisión de todas las fábricas de Boeing.
Los inversores están acostumbrados desde hace tiempo a estudiar minuciosamente los indicadores financieros y los objetivos anuales de Boeing, y las oscilaciones en su generación de efectivo repercuten en sus acciones tras los resultados. El informe del cuarto trimestre es especialmente importante para Boeing, ya que el fabricante de aviones suele presentar una previsión anual de flujos de caja y entregas de sus dos productos más importantes, el 737 Max y el 787 Dreamliner.
Ahora Boeing les pide que sean pacientes, ya que es mucho lo que está en juego cuando los clientes, los reguladores y los legisladores de Washington exigen a Calhoun que tome medidas significativas para hacer frente a la serie de deficiencias de fabricación que han surgido en la era post-Covid.
En su mensaje a los empleados, Calhoun hizo hincapié en que se centra en reforzar la calidad.
“Nuestra gente en la fábrica sabe mejor que nadie lo que tenemos que hacer para mejorar”, dijo Calhoun, animando al personal a plantear los problemas que haya que abordar. “Iremos despacio, no apresuraremos el sistema y nos tomaremos nuestro tiempo para hacerlo bien”'.
Cuarto trimestre
El fuerte cierre de 2023 dejó entrever las expectativas de Boeing para un 2024 fundamental antes del accidente de Alaska Airlines del 5 de enero. Los analistas habían pronosticado que la empresa obtendría beneficios anuales en el año en curso por primera vez en esta década, a medida que aumentaba la producción de 737 y 787.
En el cuarto trimestre, Boeing registró una pérdida ajustada de 47 céntimos por acción, frente a la pérdida de 76 céntimos esperada por los analistas, según datos recopilados por Bloomberg. Los ingresos de 22.000 millones de dólares superaron los 21.100 millones previstos por Wall Street. El flujo de caja libre fue de 2.950 millones de dólares, superando también la estimación de 2.090 millones.
Las acciones subieron menos de un 1% antes del inicio de las operaciones regulares en Nueva York. Hasta el cierre del martes, las acciones de Boeing se habían desplomado un 23% en lo que va de año, el peor rendimiento entre los 30 miembros del Promedio Industrial Dow Jones.
Se espera que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte publique en breve los resultados preliminares de su investigación sobre la causa de la explosión del vuelo 1282.
Producción del 737
Boeing ha dado una pista importante sobre la producción de aviones de fuselaje estrecho, uno de los pilares de sus finanzas. El fabricante de aviones confirmó que está construyendo la familia 737 de reactores a un ritmo de 38 aviones al mes, en línea con las previsiones anteriores, y se mantendrá a ese ritmo hasta que la FAA esté satisfecha con los progresos realizados en la mejora de la calidad.
Según Ken Herbert, analista de RBC Capital Markets, este nivel de producción, sumado a la reducción de las existencias de aviones fabricados anteriormente, podría generar más de 100 entregas adicionales de Max este año, más allá del total de 2023.
“Aunque la cadena de suministro se resienta y sólo se produzcan 35 al mes, todavía se podrían ver entregas relativamente fáciles del 737 en el rango de bajo a medio 500″ para todo este año, dijo Herbert en una entrevista previa a la publicación de los resultados. Herbert espera que Boeing acelere la entrega de aviones ya fabricados, sobre todo ahora que China ha vuelto al mercado de los aviones de pasajeros estadounidenses.
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