Bloomberg Línea — La firma danesa Pandora, considerada el mayor fabricante de joyería del mundo en términos de volumen, abandonará antes de lo previsto el oro y la plata extraídos de las minas para enfocarse 100% en los materiales reciclados, lo que le permitirá generar reducciones de CO2 equivalentes a 58.000 toneladas al año y aprovechar un segmento con amplias oportunidades.
El director ejecutivo de Pandora, Alexander Lacik, informó en entrevista con New York Times que la empresa de joyería planeaba desembolsar US$10 millones al año para abastecerse de plata y oro 100% reciclados.
Justificó que esas acciones estaban más direccionadas a disminuir la huella ambiental, más que en un enfoque hacia los pequeños mineros.
El plan de la compañía, que involucró a un equipo de 100 empleados, supondrá un coste superior en comparación al precio que pagaba por las nuevas minas, pero el director ejecutivo de Pandora dijo que estaban dispuestos a absorberlo.
“También soy realista acerca de lo importante que es esto para los compradores de joyas”, comentó en la entrevista el CEO de Pandora, que vende más de 100 millones de piezas al año.
En todo caso, le reducirá los esfuerzos y las inversiones que le suponía la explotación de minas a la compañía.
En 2020, Pandora se fijó la meta de que solo compraría plata y oro reciclados para fabricar sus joyas hacia 2025, con lo que el anuncio llega antes de lo previsto.
“La plata es el metal que más utilizamos en nuestras joyas y, por tanto, el lugar con mayor impacto para iniciar nuestro camino hacia la circularidad”, había dicho la compañía.
En marzo del año pasado, Pandora debutó con un bono de €500 millones vinculado a la sostenibilidad con vencimiento a cinco años, que incluía justamente el objetivo de utilizar plata y oro 100% reciclados para 2025, informó Bloomberg News en su momento.
Con esta medida, la compañía esperaba diversificar sus fuentes de financiamiento, al mismo tiempo que reducía su dependencia a los préstamos bancarios.
Las acciones de Pandora A/S han tenido un crecimiento continuo desde enero de 2023 y hasta la fecha.
Para el 09 de enero del año anterior, la acción en la Bolsa de Copenhague (Copenhagen Stock Exchange), se encontraba en los US$77,6 y hasta el cierre del 29 de enero de 2024 la acción escaló hasta los US$147,2, una variación del 89,6%, según datos de Bloomberg.
Al cierre del cuarto trimestre de 2023, Pandora informó en sus cifras preliminares que sus ingresos superaron las estimaciones, llegando a los US$1.580 millones, impulsados por las ventas del Black Friday y la temporada navideña.
Solo en 2023, las acciones de la empresa tuvieron una escalada del 90% en bolsa, pues en los últimos cuatro meses del año la empresa elevó sus perspectivas financieras en dos ocasiones.
La información, que fue publicada por la empresa el 7 de enero de manera preliminar, también señaló que las ventas de diamantes cultivados en laboratorio, una apuesta también de joyería sostenible, incrementaron un 83%.
De acuerdo a cifras del portal de estadísticas alemán Statista, el volumen de plata reciclada en todo el mundo pasó de 180,6 millones de onzas a un estimado de 181,1 millones de onzas, lo que sería el mayor nivel alcanzado al menos en esta década. En el 2021, se ubicó en 175,3 millones de onzas; en 2020, en 166 millones de onzas; y en 2019, en 148 millones de onzas.
Según Statista, la industria de la joyería concentró para 2022 un 46,6% de la demanda mundial de oro. En ese año se produjeron unas 3.100 toneladas métricas de oro globalmente.
Según un informe de 2022 del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación (Unitar), los residuos electrónicos en Latinoamérica esconden una riqueza en materias primas que está siendo desaprovechada.
Unitar indica que los residuos electrónicos generados en 2019 contenían 7.000 kilogramos de oro, 310 kilos de metales de tierras raras, 519 millones de kilogramos de hierro, 54 millones de kilos de cobre y 91 millones de kilogramos de aluminio, según el informe.
Esto representa un valor total de aproximadamente US$1.700 millones de materias primas secundarias, pero el problema es que “más del 97% de los residuos electrónicos de la región no se recolectan ni se envían a instalaciones específicas para someterlos a una adecuada gestión ambientalmente racional”.
“La mayoría de los residuos electrónicos acaban en los vertederos, y el sector informal recoge algunas partes valiosas que contienen”, indica el informe, que tiene en cuenta los datos de países como Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.