Bloomberg — Activistas medioambientales salpicaron de sopa a la Mona Lisa el domingo por la mañana para reivindicar el derecho a una alimentación sana y sostenible.
Los manifestantes arrojaron sopa de tomate a la obra maestra de Leonardo da Vinci, que está protegida por una vitrina en el museo del Louvre de París. El cuadro no sufrió daños y la galería donde está colgado se cerró durante una hora para su limpieza, según informó el Louvre. La sala reabrió a las 11.30 hora local.
La acción supuso el inicio de una campaña de “resistencia civil” sobre los derechos alimentarios, según informó Riposte Alimentaire (Represalia Alimentaria), el grupo responsable, en un comunicado. La noticia fue adelantada por BFM TV.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, declaró en un post en X que “ninguna causa” podía justificar un ataque contra el cuadro. El museo anunció que presentaría una denuncia.
Los activistas climáticos han atacado regularmente obras de arte en los últimos años. Varios fueron acusados en relación con el lanzamiento de sopa al cuadro Los Girasoles de Van Gogh en 2022.
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