El venture capital se convierte en aliado de América Latina para impulsar startups

Según datos proporcionados por LAVCA, durante el tercer trimestre del año pasado, las startups de la región recibieron US$699 millones

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Bogotá — En el transcurso de 2023, el panorama del Venture Capital en América Latina experimentó altibajos, destacando una marcada preferencia por parte de los inversionistas hacia compañías en etapa avanzada, representando un desafío significativo para las startups en etapas iniciales o de semilla en la recaudación de fondos de capital de riesgo.

Según datos proporcionados por LAVCA, durante el tercer trimestre del año pasado, las startups de la región recibieron US$699 millones, un aumento del 8 % en comparación con el segundo trimestre del mismo año.

Aunque este incremento es señal de una recuperación, fue considerablemente por debajo de las cifras obtenidas en el mismo periodo del 2022, con una disminución del 46 % en la recaudación.

Frente a esta realidad, Santiago Rojas, Director General de Cube Ventures, destaca la importancia de pensar en términos regionales “La clave es pensar como región, como América Latina. Si nos unimos, seríamos la tercera economía más grande del mundo, superando a Japón y Alemania. Necesitamos una visión local y aplacar las redes internacionales para exportar soluciones latinoamericanas con el apoyo de actores privados y públicos que compartan el riesgo, facilitando así el proceso de financiamiento para emprendimientos”.

El desafío crucial en el mercado de capitales es la capacidad de las personas para vender sus empresas y expandir las inversiones dentro de Colombia.

La conectividad y la innovación son temas transversales que deben abordarse para crear territorios potentes en innovación. Este 2024 se prevé con un optimismo moderado un rebote de la liquidez disponible para el emprendimiento en general y el venture capital en específico.

Las tasas de interés y la inflación a nivel global están en declive y esto significa que los inversionistas deben buscar oportunidades asumiendo riesgos en el sector productivo y ya no cómodamente en instrumentos de bajo riesgo como CDT’s o depósitos a término.

Finalmente, se destaca la importancia de la economía digital, la cual al implementarse con la economía real podría llevar a un crecimiento significativo de la productividad. Pues, un incremento del 10 % de conectividad puede hacer que el PIB del país crezca un 1.5 %.