Licencia parental compartida: así se comparan los países de América Latina

La licencia de paternidad se está volviendo cada vez más importante en las culturas modernas de todo el mundo, y en la región latinoamericana no es la excepción

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Bloomberg Línea — El Gobierno cubano aprobó días atrás un incremento de tres meses de la prestación social por maternidad y paternidad, en el marco de una serie de medidas para corregir las principales distorsiones de la economía y reimpulsarla en 2024.

En un escueto comunicado, el gobierno explicó que la iniciativa, sin especificar cuando entra en vigor, busca que ahora, madres y padres puedan estar con sus bebés hasta los 15 meses de nacidos.

Este es el segundo ajuste en menos de cinco años que Cuba adopta en beneficio para los progenitores. En 2021, el Estado aprobó un decreto ley para la protección de las gestantes y madres trabajadoras, que permitió equipar los beneficios de las mujeres en el sector estatal y no estatal.

La isla enfrenta una tendencia al decrecimiento demográfico que durante los últimos 50 años se ha acelerado de manera significativa, según el Sistema Nacional de Salud.

De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de ese país, las cifras de natalidad siguieron cayendo en 2023, donde nacieron vivos 90.374 bebés, frente a los 95.402 que lo hicieron en 2022.

Ante los pronósticos que apuntan a que en 2050 será el noveno país con la mayor población de ancianos del mundo, Cuba promueve diferentes incentivos para estimular la fecundidad.

Uno de los tantos beneficios ubica a la Isla entre las 15 naciones a nivel mundial y única en América Latina que concede licencia parental compartida, de tal forma que el padre pueda participar activamente de la crianza de su hijo, según UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

Para algunos cubanos, como Anselmo Pupo, quien radica en La Habana, el incremento de la prestación social por maternidad será una de las tantas acciones sin los resultados esperados. “La extensión de la licencia parental no tendrá un efecto directo en el número de nacimientos en Cuba. Hay varios factores que inciden en la baja natalidad y todos los conocemos”.

Permisos parentales en América Latina

Hoy en día, solo 14 países de América Latina y el Caribe garantizan el mínimo de 14 semanas de licencia de maternidad remunerada recomendada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según UNICEF.

De esos países, solamente seis ofrecen a las madres trabajadoras 18 semanas de licencia de maternidad remunerada.

En tanto, de los 26 países América Latina y el Caribe prestatarios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), solo 18 cuentan con licencias de paternidad. Estas licencias tienen una duración de entre 2 hasta 14 días.

En Perú, la Comisión de Trabajo del Congreso ratificó esta semana un proyecto de ley que amplía de 10 a 15 los días de licencia remunerada por paternidad, tanto para trabajadores varones del sector público como del privado. En el caso de que se presenten nacimientos prematuros o partos múltiples, la licencia será de 25 días, en lugar de 20 días como es ahora.

Mientras que en México, la Cámara de Diputados aprobó en diciembre una modificación en la Ley de Trabajo los permisos de paternidad pasarán de 5 a 20 días a partir del nacimiento del menor o en caso de adopción de un infante. De presentarse complicaciones después del parto, se otorgará un permiso de hasta 30 días.

A pesar de los avances en la regulación y extensión de licencias, de acuerdo con la consultora para la División de Género y Diversidad del BID, Naiara Martínez Martínez, estas por sí solas no terminan de resolver la distribución desigual de cuidados en las familias.

“¿Una de las razones? Aunque las licencias de paternidad sean más amplias, muchos padres no usan estos permisos”, dijo la experta en un artículo de opinión publicado por la multilateral.

Hay varios factores que explican esa conducta, principalmente, que en algunos países las licencias de paternidad no están 100% remuneradas, los permisos suelen ser poco flexibles, o traen repercusiones laborales.

Para Martínez Martínez, la importancia de visibilizar las licencias compartidas está en que “estas constituyen una herramienta de impacto para alcanzar sociedades más igualitarias”.

Y aunque Cuba sea por ahora el único país de la región que concede licencia para crianza compartida, para Rudy Castañeda, un cubano radicado en España, “es otro universo” que no puede compararse con otro país, “Cuba amplían el derecho de paternidad cuando no hay leche ni cereales para alimentar a ese niño y los servicios sanitarios pediátricos están bajo mínimos”.