Bloomberg — Naciones Unidas despidió a varios empleados de su agencia para los refugiados palestinos por las acusaciones israelíes de que participaron en el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, una noticia que llevó a Estados Unidos, Reino Unido y otros países a suspender la financiación.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, “está horrorizado por la noticia” de que trabajadores de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, o UNRWA, pueden haber estado involucrados en el ataque de militantes de Hamás en el sur de Israel, e instó al jefe de la agencia a remitir a los acusados para su posible enjuiciamiento, dijo su oficina en un comunicado el viernes. Según el comunicado, se llevará a cabo una “revisión independiente urgente y exhaustiva” de la agencia.
Las acusaciones suponen un duro golpe para la UNRWA, que proporciona asistencia humanitaria y protección a los refugiados palestinos en la Franja de Gaza, Jordania, Líbano, Siria y Cisjordania. Desde hace tiempo, Israel y los republicanos de Estados Unidos la miran con recelo, pues sostienen que sólo alimenta el conflicto palestino-israelí y que el dinero que se destina a alimentos, educación y sanidad libera a Hamás para financiar las hostilidades contra Israel.
“Estas escandalosas acusaciones se producen cuando más de 2 millones de personas en Gaza dependen de la asistencia vital que la agencia ha estado proporcionando desde que comenzó la guerra”, dijo el Director General de UNRWA, Philippe Lazzarini, en un comunicado el viernes. “Cualquiera que traicione los valores fundamentales de las Naciones Unidas también traiciona a aquellos a quienes servimos en Gaza, en toda la región y en otras partes del mundo”.
Israel dijo que buscará el apoyo de Estados Unidos y de la Unión Europea para detener las operaciones de la UNRWA en Gaza. El Ministro de Asuntos Exteriores Israel Katz escribió en un post en X que su ministerio quiere asegurarse de que la agencia “no será parte del día después”.
Instó a la ONU a tomar “medidas personales inmediatas” contra la dirección de UNRWA.
Aunque las críticas sobre el papel de la UNRWA en el conflicto palestino-israelí se recrudecieron después de que Hamás lanzara su ataque sorpresa contra Israel, el grupo también ha pagado un alto precio en el bombardeo israelí de Gaza, con más de 150 miembros de su personal muertos en la violencia.
La gran mayoría de los 30.000 empleados de la UNRWA son palestinos, 13.000 de ellos en Gaza. El Departamento de Estado de EE.UU. dijo en un comunicado el viernes que 12 miembros del personal de la UNRWA habían sido acusados de tener vínculos con los ataques.
Estados Unidos -principal donante de la UNRWA- también anunció el viernes que suspendía la financiación adicional para la organización a raíz de las acusaciones. “Debe haber una rendición de cuentas completa para cualquiera que haya participado en los atroces ataques del 7 de octubre”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en el comunicado. Estados Unidos aportó más de 296 millones de dólares al grupo en 2023.
El Reino Unido, Australia, Canadá, Italia y Finlandia también dijeron que están pausando la financiación adicional a UNRWA.
El senador James Risch, un republicano de Idaho que forma parte del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que había advertido a la administración Biden durante años sobre la financiación de la agencia, que según él “tiene un historial de emplear a personas vinculadas a movimientos terroristas como Hamás.”
A pesar de las recientes acusaciones, Estados Unidos señaló que sigue apoyando a la agencia. La UNRWA desempeña “un papel fundamental en la prestación de asistencia vital a los palestinos, incluidos alimentos esenciales, medicamentos, refugio y otro apoyo humanitario vital”, dijo Miller en el comunicado.
La UE también expresó su preocupación por las acusaciones, y dijo que espera que UNRWA “proporcione total transparencia sobre las acusaciones y tome medidas inmediatas contra el personal implicado”.
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