Bloomberg Línea — El gobierno de San Vicente y las Granadinas está dando “seria consideración” a la adquisición de la isla Baliceaux, de propiedad privada, que sus dueños ahora están anunciando para la venta.
La importancia de la isla, que actualmente está deshabitada y subdesarrollada, recae en que es el lugar donde descansan los restos de 2.500 garífunas, grupo étnico descendiente de africanos y aborígenes caribes, que esperaban ser transportadas en contra de su voluntad a la isla de Roatán, en Honduras, pero nunca llegaron a su destino.
El primer ministro, Ralph Gonsalves, dijo que le han pedido a un topógrafo que haga una valoración de Baliceaux para llegar a un acuerdo con los propietarios, pero de no cerrar un trato, el gobierno invocará la Ley de Adquisición y el asunto se resolverá ante un tribunal.
Más allá de eso, el gobierno también planea emprender otros proyectos ambiciosos para poner a la isla al día con los tiempos modernos y convertirla en una adición invaluable a la nación de 109.000 habitantes.
A principios de enero, Gonsalves expresó a la radio NBC su esperanza de que el asunto relacionado con la compra o adquisición de Baliceaux se resuelva antes de la celebración del 14 de marzo de 2024, el Día de los Héroes Nacionales, que conmemora la muerte del Héroe Nacional, Joseph Chatoyer, jefe garífuna que lideró la revuelta contra el gobierno británico.
El sitio web The Grenadines Collection, especializado en propiedades únicas, señala que la isla de 320 acres ubicada frente a las costas del sur de Bequia está a la venta por US$30 millones.
La agencia de bienes raíces Nvest Estates la oferta como el sitio “perfecto para un exclusivo hotel o resort privado”. Para la líder garífuna, Cynthia Ellis-Topsey, el tema de que Baliceaux esté en venta es “muy irrespetuoso y deshonroso incluso como conversación”.
¿Por qué la isla es un sitio histórico?
En 1796 los británicos ganaron la guerra contra el pueblo garífuna y los expulsaron de su tierra natal, San Vicente, a la aislada isla de Baliceaux. En esa isla, muchos fueron torturados y asesinados, según relata Wellington C. Ramos, historiador y docente beliceño.
Alrededor de 5.000 garífunas fueron llevados a Baliceaux y solo unas 2.500 de esas personas sobrevivieron al genocidio que tuvo lugar en la isla. El 12 de abril de 1797, los británicos exiliaron a los 2.500 garífunas sobrevivientes a Roatán, entonces un sitio asilado.
Allí colaboraron con los españoles, para darles nombres españoles, que llevan hasta el día de hoy. “Esto se hizo deliberadamente para cambiar nuestras identidades para que no pudiéramos rastrear a nuestras familias hasta nuestra patria, San Vicente y las Granadinas”, dijo Ramos.
Ese hecho histórico hace que la isla sea culturalmente significativa para San Vicente y las Granadinas en más de un sentido, ya que la nación busca lidiar y salir de las sombras de su pasado.
“El genocidio que fue cometido por los británicos contra nosotros nunca ha sido abordado y desafiado enérgicamente por nuestro gobierno en San Vicente y las Granadinas”, agregó Ramos.
“Este es un desafío no solo para el gobierno de San Vicente, sino para todos nosotros como pueblo garinagu, y debemos organizarnos para asumirlo. De lo contrario, pasarán meses, años y décadas y no se tomarán medidas contra Francia y Gran Bretaña por sus actos genocidas”, dijo el historiador.
Hoy en día, Baliceaux forma parte del viaje de peregrinación de las delegaciones garífunas que cada 14 de marzo recuerdan a sus antepasados que yacen en la isla.
La activista garífuna hondureña Miriam Miranda dijo vía X que aprecian la decisión de Gonsalves de buscar adquirir la isla “y me uno a la petición de muchos garífunas para que se esta se declare monumento”.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) estima que son más de 600.000 los garífunas residentes en Honduras, Belice, Nicaragua y Guatemala. Otra parte de la población ha migrado a los Estados Unidos.