¿Qué hacer con los riesgos que supone la IA para las empresas y que pocos comentan?

La fuga de datos debe ser una prioridad en la actuación de las empresas frente a las herramientas de inteligencia artificial, según una experta consultada por Bloomberg Línea

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Bloomberg Línea — Mucho se ha dicho sobre los impactos positivos de la inteligencia artificial (IA) generativa en los entornos empresariales, con oportunidades de tener mayor productividad y eficiencia en las labores, marcando un antes y un después en este tipo de herramientas, especialmente desde el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022.

Pero a medida que pasa el tiempo, se ha demostrado que su avance y adopción se ha dado mucho más rápido de lo que han reaccionado las empresas y los gobiernos en su delimitación y regulación. Esto, por supuesto, significa riesgos para los entornos empresariales y desmonta el reflejo de que la IA es simplemente positiva.

Aunque estas herramientas suponen numerosos beneficios, “también conllevan ciertos riesgos que deben abordarse con precaución”, dijo Mónica Talán, fundadora de CryptoConexión y de Techtranslators, en entrevista con Bloomberg Línea. “El principal foco a abordar refiere a la seguridad y la privacidad de los datos”.

Sobre esto, explicó que las empresas deben tomar medidas adecuadas para garantizar la protección de la información sensible y prevenir posibles violaciones de seguridad.

¿Qué riesgos representa la IA para las empresas de América Latina?

Un estudio reciente del Foro Oliver Wyman realizado entre 15.000 adultos encontró que alrededor del 84% de los trabajadores que utilizan IA generativa en el trabajo aceptaron exponer datos de su empresa en los últimos meses. Y un 71% de los encuestados dijo que la automatización cambiará la forma en que se realiza el trabajo.

Todo esto, mientras las empresas replantean sus objetivos y operaciones, pues la compañía Mercer encontró en los últimos meses que por lo menos un tercio de los directores ejecutivos y financieros en el mundo están rediseñando su trabajo para reducir la dependencia de las personas, después de realizar una encuesta.

Al respecto, Talán señaló que las empresas ahora se enfrentan también al riesgo de caer en decisiones sesgadas, “ya que los algoritmos de IA pueden heredar sesgos presentes en los datos de entrenamiento”, para lo cual es esencial realizar auditorías regulares de los modelos de IA y adoptar enfoques para mitigar el sesgo, asegurando así decisiones más equitativas.

Pero detalló que hay más riesgos en la implementación de estas herramientas, que obligan a los empleadores a plantearse preguntas éticas y de responsabilidad.

“Las empresas deben considerar cómo sus sistemas de IA afectan a las personas y la sociedad en general, tomando medidas para garantizar un uso ético y responsable de la tecnología”, precisó.

La hora de hacer frente a los riesgos es hoy

La inteligencia artificial podría aumentar la productividad global en un 1,4% para 2030, dijo McKinsey Global Institute en un estudio, lo que equivale a un aumento de US$15,4 billones en el Producto Interno Bruto mundial.

Talán explicó que las compañías pueden tomar una serie de medidas para proteger sus datos de la fuga, como por ejemplo usar cifrado, implementar controles de acceso estrictos, educar a los empleados sobre la importancia de la seguridad de los datos y centrarse en proteger sus datos más sensibles, como los datos personales de los clientes.

“Parte de este rol proactivo que pueden tomar las empresas apunta a la implementación de políticas y procedimientos claros para el desarrollo y uso de la IA con el foco puesto en la transparencia, la responsabilidad y la equidad. Es importante que formen a sus empleados y que los informen sobre los riesgos potenciales de la IA y cómo mitigarlos”, añadió.

Aceptar el futuro del trabajo

El Foro Económico Mundial estimó que un 23% de los empleos a nivel mundial cambiarán en los próximos cinco años, con la creación de 69 millones de empleos pero la destrucción de 83 millones de empleos, una disminución neta de 14 millones de plazas. Estas cifras en un panorama en que las profesiones están más y más involucradas con la tecnología.

El mismo FEM (WEF, por sus siglas en inglés), precisa que las competencias más demandadas en la actualidad incluyen el pensamiento analítico y creativo, seguido de la alfabetización tecnológica, el pensamiento sistémico, la IA y los macrodatos.

Y es que cifras del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sostienen que el uso de ChatGPT puede aumentar la productividad y mejorar la calidad del trabajo en un 40% y 18%, respectivamente.

Es así como la experta consultada por Bloomberg Línea expresó que las empresas deben aceptar y seguirse preparando para el futuro del empleo, siendo el primer paso perder el miedo a lo desconocido. “Creo que para esto la capacitación es clave y es una responsabilidad asumida en conjunto tanto desde el sector público como el privado (...) en este punto siempre digo que es necesario subirse a la ola de la evolución y dejar de ver a la IA como un enemigo, sino más bien como una tecnología a nuestro servicio”, dijo.

Sin embargo, esto no significa dejar a un lado a los empleados que sienten miedo por ser reemplazados por la IA.

“Es posible que los empleados busquen cambiar de empresa si sienten que su trabajo está siendo automatizado por la IA. También es posible que se pierda el talento humano especializado si los empleados no tienen las habilidades necesarias para trabajar con la IA”, finalizó.