Bloomberg — Con casi la mitad de la población mundial acudiendo a las urnas en unas elecciones nacionales en 2024, los líderes del Foro Económico Mundial están lidiando con la forma en que la llegada de la ChatGPT afectará a estas democracias, y cómo los gobiernos regularán a su vez la IA.
Líderes de la inteligencia artificial como Sam Altman, de OpenAI, y Bill Gates, fundador de Microsoft Corp. (MSFT), opinaron esta semana en Davos, la dorada conferencia anual en la que los multimillonarios se pronuncian sobre los problemas mundiales. Aunque todos dijeron que se tomaban en serio la amenaza de la inteligencia artificial en las elecciones, hubo división en cuanto a si pensaban que era probable una perturbación importante.
El CEO de Microsoft Corp. Satya Nadella, restó importancia a los riesgos. “No es que éstas sean las primeras elecciones en las que la desinformación, o la desinformación, y la interferencia electoral van a ser un verdadero reto que todos tenemos que afrontar”, declaró el martes en la Bloomberg House de Davos.
ChatGPT se vuelve una preocupación
Más tarde, Altman se hizo eco de ese sentimiento, pero expresó más incertidumbre. “No creo que esto vuelva a ser como antes”, dijo. “Siempre es un error intentar librar la última guerra”.
Altman y Nadella hablaron el día después del primer gran caucus de las elecciones presidenciales estadounidenses, en el que el expresidente Donald Trump se anotó una fácil victoria sobre sus compañeros republicanos. ChatGPT no estaba disponible la última vez que EE.UU. acudió a las urnas, y cada vez preocupa más que (además de facilitar la escritura de código o la elaboración de correos electrónicos) las herramientas de IA generativa puedan utilizarse para producir desinformación e imágenes falsas que influyan injustamente en los votantes.
Como advertencia de lo que está por venir, antes de las elecciones parlamentarias eslovacas del año pasado se difundieron ampliamente vídeos con voces falsas de políticos generadas por IA. Se compartieron en sitios como Facebook e Instagram, de Meta Platforms Inc. (META), y en aplicaciones de mensajería como Telegram, que incluyen audio que suplanta la identidad de oponentes políticos, señaló en un informe Reset, un grupo de investigación que estudia el impacto de la tecnología en la democracia.
Uno de los vídeos incluía un clip falso de dos minutos de duración en el que aparecía un dirigente de un partido hablando de la compra de votos. Pero el archivo de audio fue sintetizado por una herramienta de IA entrenada con muestras de su voz.
En Davos, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, predijo que con las herramientas de IA generativa, “los malos serán más productivos’', en una entrevista con Francine Lacqua, de Bloomberg.
Por su parte, Marc Benioff, CEO de Salesforce Inc. (CRM) Marc Benioff, sugirió que las redes sociales suponen un riesgo mayor para el proceso democrático que la IA. “Los reguladores no han hecho su trabajo”, afirmó.
OpenAI, que cuenta con Microsoft como su mayor inversor, está “bastante centrada”, dijo Altman, en reducir el potencial de mal uso político de sus herramientas, como ChatGPT y Dall-E.
Campañas políticas
Altman y Nadella asistieron en mayo a una reunión con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris para hablar de los riesgos de la IA. OpenAI pondrá pronto a prueba una herramienta capaz de identificar el contenido generado por IA y pondrá una marca de agua digital al material generado por Dall-E, según informó la startup el lunes. Reiteró que el uso de modelos de OpenAI para hacer campaña política no está permitido.
“No estamos tranquilos”, dijo Altman. “Vamos a tener que vigilar esto increíblemente de cerca este año”.
En cuanto a cómo afectará la política a la IA, Altman se mostró menos preocupado. “Creo que Estados Unidos va a estar bien pase lo que pase en estas elecciones. Creo que la IA va a estar bien pase lo que pase después de estas elecciones”, afirmó.
La vicepresidenta de asuntos globales de OpenAI, Anna Makanju, dijo que se siente alentada por la regulación propuesta por el presidente Joe Biden y la Unión Europea. “Lo que me ha sorprendido y ha sido realmente notable es que la conversación en torno a la IA ha seguido siendo muy bipartidista”, afirmó.
Altman estuvo de acuerdo, más o menos: “Ambos partidos la odian”.
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