Bloomberg — El drástico y rápido despido de Sam Altman en OpenAI fue menos angustioso que la forma en que el mundo se aproxima a una inteligencia artificial tan capaz como la humana.
“Conforme nos acerquemos a la AGI (por sus siglas en inglés, inteligencia artificial general) se incrementarán los riesgos, el nerviosismo y el nivel de estrés”, aseguró el jueves el CEO y cofundador de ChatGPT en un panel del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) de Davos.
La inteligencia artificial ha sido un aspecto fundamental de la cumbre de Davos 2024, donde los líderes del mundo empresarial han discutido sobre la mejor forma de usar dicha tecnología a raíz de una avalancha de inversiones, a la vez que han expresado su temor por diversos riesgos, incluido su posible repercusión sobre la democracia en un año de grandes elecciones. La rapidez de los desarrollos en este sector y el afán de las empresas por alcanzar una hipotética AGI en el futuro han provocado que numerosos responsables de políticas aboguen por su regulación.
El despido de Altman por parte de la junta directiva de la empresa en noviembre supuso “un micromundo de todo esto, pero posiblemente no será la situación más angustiosa a la que nos tengamos que enfrentar”, explicó en su participación en una mesa redonda sobre tecnología en un mundo agitado. Aseguró que aquel episodio sirvió para enseñar a la compañía a no dejar que “problemas poco urgentes” se prolonguen en el tiempo.
“Sabíamos que nuestra junta directiva se había vuelto demasiado pequeña y sabíamos que no teníamos el nivel de experiencia que necesitábamos, pero el año pasado fue un año tan salvaje para nosotros en muchos sentidos que simplemente lo descuidamos. ,” él dijo.
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