Bloomberg — Boeing (BA) ha recibido un pedido de 150 aviones Max de la aerolínea más reciente de la India, en una rara noticia positiva para el fabricante de aviones estadounidense desde que se desprendiera una pieza del fuselaje de un vuelo de Alaska Airlines hace casi quince días.
Akasa Air, que empezó a volar comercialmente hace menos de dos años, ha realizado una compra en firme de aviones 737 Max 10 y Max 8-200 para su entrega en 2032, según anunció la compañía el jueves en el salón aeronáutico Wings India. El pedido no incluye la variante Max 9 implicada en el incidente de Alaska Airlines del 5 de enero, cuando un panel de plástico de la puerta se desprendió poco después del despegue.
La cartera total de pedidos de Akasa asciende ahora a 226 aviones, lo que refuerza sus planes de expansión nacional e internacional, según el comunicado. La aerolínea, que actualmente opera una flota de 22 aviones Max, seguirá recurriendo principalmente a la financiación de venta y leaseback para su nuevo pedido, declaró el director financiero Ankur Goel.
La casi catástrofe de Alaska Air desencadenó una crisis de confianza en la empresa Boeing. Aunque nadie murió y el avión regresó sano y salvo, el incidente ha vuelto a poner en el punto de mira el historial de seguridad y el control de calidad del gigante aeronáutico. Los organismos reguladores estadounidenses han ordenado la suspensión de los aviones Max 9 y las acciones de Boeing han caído un 22% este año ante la preocupación de que un mayor escrutinio pueda ralentizar las entregas de aviones.
El acuerdo con Akasa Air se suma a una oleada de pedidos de aerolíneas indias el año pasado, que apuestan por una mayor demanda de viajes aéreos por parte de la creciente clase media del país a medida que las aerolíneas de bajo coste ofrecen billetes baratos. IndiGo, la mayor aerolínea india, y Air India hicieron pedidos récord de más de 900 aviones a Boeing y Airbus.
Aunque ninguna de las aerolíneas indias opera el mismo tipo de avión implicado en el incidente de Alaska Air, los pasajeros se resisten en las redes sociales a volar con cualquier variante del 737 Max, incluida la de Akasa. El 737 Max se ha relacionado con algunos de los peores problemas de seguridad y fallos de diseño de la historia reciente de la aviación, incluidos los accidentes mortales de Lion Air y Ethiopian Airlines, en los que murieron 346 personas.
Akasa declaró la semana pasada que había llevado a cabo una “inspección exhaustiva” de toda su flota operativa de aviones 737 Max, sin encontrar ningún “resultado adverso”.
Akasa se enfrenta a la competencia de IndiGo y Air India, que controlan casi tres cuartas partes del altamente competitivo mercado de la aviación india. La aerolínea, que tiene una cuota de mercado del 4,4%, se ha enfrentado a retos en el camino: se vio obligada a reducir su programación después de que sus rivales se llevaran a algunos de sus pilotos el año pasado, y la muerte de su multimillonario inversor Rakesh Jhunjhunwala en 2022 ha suscitado dudas sobre la salud financiera de la empresa.
La aerolínea afirmó que el acuerdo con Boeing demuestra su “sólida base financiera”. Akasa vuela actualmente a 18 ciudades de la India, incluida la ruta más transitada Mumbai-Nueva Delhi, y tiene previsto ampliar su red a Oriente Medio y el Sudeste Asiático.
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