Bloomberg — Elon Musk se apoyó en el consejo de Tesla Inc. (TSLA) para que le concediera otro enorme premio por rendimiento tras haber vendido una parte significativa de su participación en la empresa para adquirir Twitter.
En uno de varios mensajes sobre el tema, Musk escribió que, a menos que tenga aproximadamente un 25% de control de voto en Tesla, preferiría crear productos de inteligencia artificial y robótica en otro lugar. Aunque sigue siendo el mayor accionista del fabricante de automóviles con una participación de casi el 13%, cobró casi US$40.000 millones en acciones en 2022 para ayudar a financiar el acuerdo con Twitter.
Musk, de 52 años, elogió al consejo de Tesla en otras publicaciones y dijo que los consejeros estaban esperando una sentencia del Tribunal de Equidad de Delaware antes de preparar otro plan de compensación. La juez Kathaleen St. J. McCormick (que también presidió el malogrado intento de Musk de salirse del acuerdo con Twitter) decidirá sobre un caso presentado por un accionista de Tesla que alega que el consejo de Tesla no actuó con independencia de Musk al elaborar su premio por rendimiento de US$55.000 millones en 2018.
“Se trata principalmente de garantizar la cantidad adecuada de influencia de voto en Tesla”, escribió Musk en uno de sus mensajes en X.
Musk está presionando al consejo de Tesla en un momento incómodo. El fabricante de automóviles ha tenido su peor comienzo de año como empresa pública, perdiendo US$94.000 millones en valor de mercado al ralentizarse el crecimiento y reducirse los márgenes de beneficio. El CEO también ha tenido que responder a un informe del Wall Street Journal sobre su consumo de drogas y las preocupaciones que esto ha suscitado entre los ejecutivos y directivos de sus empresas, incluida Tesla.
Tesla sigue cayendo
Las acciones de Tesla cayeron hasta un 2,7% antes del inicio de la negociación regular del martes. Con US$695.800 millones, la capitalización bursátil de la empresa se ha multiplicado por más de 11 desde que el consejo anunció la retribución de Musk en enero de 2018. Por otra parte, su valoración alcanzó un máximo de más de US$1,2 billones antes del acuerdo con Twitter.
La combinación de los premios que Tesla concedió a Musk en 2009, 2012 y 2018, y la destrucción de valor causada por su adquisición de Twitter, dieron lugar a un dudoso hito hace poco más de un año. Musk se convirtió en la primera persona en borrar US$200.000 millones de su patrimonio neto.
Su fortuna se recuperó el año pasado al duplicarse las acciones de Tesla y dispararse la valoración de Space Exploration Technologies Corp. Musk recuperó su puesto en la cima del Índice Bloomberg de Multimillonarios y ahora tiene un valor estimado de US$206.100 millones, aproximadamente un 15% más que el segundo, Jeff Bezos.
La afirmación de Musk de que se siente “incómodo haciendo crecer a Tesla para que sea líder en Inteligencia Artificial y robótica” se produce después de que, a lo largo de los años, se haya jactado repetidamente de que la empresa era líder en esos campos. Tesla comercializa productos que denomina Autopilot y Full Self-Driving -ambas funciones de apoyo al conductor- y ha estado desarrollando un robot humanoide llamado Optimus.
Proyecto en puerta
En julio, el CEO también dijo a los analistas que esperaba que Tesla gastara más de US$1.000 millones el año que viene en el Proyecto Dojo, un esfuerzo para convertir a la empresa en un actor de la supercomputación con fines que incluyen el desarrollo de la capacidad de autoconducción.
En el Día de la IA inaugural de Tesla en agosto de 2021, Musk dijo que quería demostrar que la empresa es algo más que un fabricante de automóviles y que podría decirse que es el líder en IA en el mundo real.
En julio del año pasado, Musk anunció la creación de xAI, una startup que pretende rivalizar con OpenAI, respaldada por Microsoft Corp. (MSFT) y Deepmind, de Google. Una semana después, un analista le preguntó durante una llamada sobre los beneficios de Tesla si la nueva empresa de IA se solaparía con los esfuerzos de IA del fabricante de automóviles, competiría con ellos o aumentaría su valor. Respondió lo segundo.
“¿Qué es Tesla? ¿Una empresa de coches, de energía o de IA?”, dijo Daniel Kollar, director de la consultoría de automoción y movilidad Intralink. “Si no es una empresa de IA, no veo ningún problema en crear una nueva empresa”.
“Dicho esto”, añadió Kollar, “no veo que su comportamiento o su elección de lenguaje beneficien ahora a ninguna de sus empresas”.
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