Toma de posesión de Bernardo Arévalo en fotos: así fue la ceremonia

La ceremonia empezó más de 10 horas después de lo previsto, afectada por conflictos en el Legislativo

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Bloomberg Línea — Bernardo Arévalo de León prestó juramento como presidente de Guatemala el lunes minutos después de la medianoche, en una jornada caótica afectada por conflictos en el Congreso.

La ceremonia tuvo lugar más de 10 horas después de lo previsto, tras intensas discusiones en el Congreso que provocaron protestas callejeras y profundizaron la crisis constitucional del país.

El evento concluyó meses de maniobras legales, que Arévalo calificó de “golpe de Estado”, que finalmente fracasaron, pero con una nota amarga relevante por la ausencia del presidente saliente en la juramentación, una medida que ahora marca la negación de una transferencia pacífica del poder.

Arévalo dijo sentirse contento de llegar “al final de este largo y arduo proceso. La comunidad guatemalteca ha desarrollado la determinación de decir ‘no’ a estas élites político-criminales”, dijo durante la ceremonia de juramentación en el Congreso.

El diputado Samuel Pérez, del oficialista Movimiento Semilla, quien preside el Legislativo, se encargó de juramentar en sus cargos a Arévalo y la vicepresidenta Karin Herrera en el Teatro Nacional.

El presidente saliente, Alejandro Giammattei, no asistió a la ceremonia, y tampoco fue al Congreso. En su lugar, envió la banda, el bastón y el collar presidencial, símbolos de la Presidencia y pidió en una carta que se diera por concluido su mandado.

El ahora exmandatario hizo una entrega de su informe final del Gobierno el viernes 12, pese a que desde que se instauró la democracia en 1986 todos los presidentes que se despiden han asistido el 14 de enero al Congreso para ser relevados.

Arévalo llega a la Presidencia tras ganar las elecciones de agosto por una amplia ventaja contra Sandra Torres. Sin embargo, nada ha sido sencillo desde entonces, debido a la persecución judicial, con la fiscal general Consuelo Porras, desafiándolo tanto a él, como a su partido.

El nuevo mandatario, un académico convertido en político e hijo del presidente guatemalteco Juan José Arévalo, a quien se le atribuye la implementación de reformas sociales clave a mediados del siglo XX, asume el cargo con la expectativa de enfrentar la arraigada corrupción de Guatemala.

No obstante, se enfrenta a poco apoyo en el Congreso y el mandato de Porras como principal funcionario policial del país se extiende hasta 2026, aunque Arévalo ha dicho que una de sus primeras órdenes del día será solicitar su renuncia.

En una ceremonia en el parque central de la ciudad, tras el acto en el Teatro Nacional, una serie de poetas laureados resumieron una declaración final: “Hoy regresa la esperanza y hoy regresa la luz”.

El palacio presidencial se iluminó intensamente y los fuegos artificiales iluminaron los cielos cuando el dúo presidencial apareció en el balcón.

“Sí, se pudo” fueron algunas de las primeras palabras del nuevo presidente ante la multitud que lo vitoreaba en la plaza central, con su imagen en miles de pantallas de celulares grabando el evento. “Hoy es la semilla del cambio”, dijo, contextualizando el nombre del partido que fundó, el Movimiento Semilla.

“El final del ciclo en el que nos encontramos es solo el comienzo de otro ciclo”, dijo. “Este es en realidad el punto de partida de una transformación que ha comenzado en todos nosotros”.