Bloomberg — El activista anticorrupción Bernardo Arévalo de León asumirá la presidencia de Guatemala este domingo, después de que el Departamento de Estado de Estados Unidos le ayudara a hacer frente a una campaña para impedir su acceso al cargo.
Los fiscales aún tienen pendientes múltiples causas judiciales contra él y su partido, que amenazan con entorpecer su presidencia de 2024-2028.
Arévalo prometió crear una comisión anticorrupción e impulsar el gasto en obras públicas, mientras que su jefe de finanzas afirmó que el nuevo gobierno se fijará como objetivo alcanzar una calificación crediticia de grado de inversión en un plazo de dos años. Pero en la presentación de su gabinete el lunes, Arévalo acusó a sus oponentes de aplicar una política de tierra quemada, afirmando que sabotearían su administración y le dificultarían gobernar.
Arévalo se ha enfrentado a repetidos intentos de los fiscales de anular su aplastante victoria en las elecciones del 20 de agosto. En diciembre, Estados Unidos impuso sanciones a casi 300 funcionarios guatemaltecos, entre ellos dirigentes del sector privado y más de 100 congresistas, por “socavar la democracia y el Estado de derecho”.
La Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos y varios líderes regionales también respaldaron a Arévalo en sus diversas disputas legales.
Sedición y vandalismo
Los fiscales alegan que su partido, Semilla, falsificó firmas y blanqueó dinero durante su fundación en 2017. También afirman que él y su vicepresidenta, Karin Herrera, tenían conocimiento de una toma violenta del campus de una universidad pública, acusándoles de sedición y vandalismo.
El tribunal constitucional de la nación dictaminó que Arévalo podía asumir el cargo, pero que los fiscales también podían continuar sus investigaciones.
La Fiscalía General ha solicitado a los tribunales que revoquen la inmunidad judicial de Arévalo, que se concede a los cargos electos. La solicitud también requeriría 107 votos en el congreso de 160 miembros donde su partido tendrá 23 escaños, según Aquiles Faillace, un abogado que ayudó a redactar la constitución. Si se revoca, el presidente podría ser arrestado para afrontar cargos.
Al filo de la navaja
Los casos probablemente obstruirán la agenda legislativa de Arévalo, dijo la analista política guatemalteca Marielos Chang.
“En cierto modo, es como tener constantemente una cuchilla de afeitar en la garganta”, dijo Chang. “Las investigaciones contra su partido y contra su gobierno no cesarán el día que tome posesión. Es el primer capítulo de muchas batallas que va a tener que librar”.
Hijo de un ex presidente, está previsto que Arévalo jure su cargo a las 14.00 hora local y se dirija a la nación a las 18.00 horas.
Se espera que el rey de España y 10 presidentes asistan a la ceremonia inaugural, así como el jefe de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Guatemala. Estados Unidos enviará una delegación encabezada por Brian Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Grado de inversión
La economía guatemalteca, con un bajo nivel de endeudamiento, ha demostrado ser resistente a la agitación política y crecerá un 3,5% este año, sin cambios respecto al año pasado, según el Banguat.
Arévalo nombró ministro de Finanzas al economista Jonathan Menkos. Durante la campaña, Menkos dijo que la administración trataría de mejorar la calificación crediticia de Guatemala mejorando el Estado de Derecho y tomando medidas enérgicas contra la corrupción para aumentar la puntuación de gobernabilidad del país.
S&P Global Ratings y Fitch Ratings elevaron la calificación del país a BB el año pasado, dos escalones por debajo del grado de inversión. Moody’s Investors Service sitúa al país un escalón por encima, en Ba1.
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