Bloomberg — La lluvia récord que cae sobre la nieve derretida y los fuertes vientos han causado inundaciones, cortes de energía y vuelos cancelados en todo el atlántico medio y noreste, incluyendo Nueva York, en Estados Unidos.
Hasta la medianoche, Central Park en Manhattan recibió 1,73 pulgadas (4,4 centímetros) de lluvia, un récord para la fecha, mientras que los aeropuertos John F. Kennedy y LaGuardia también establecieron nuevos máximos para el 9 de enero, según el servicio meteorológico.
Las advertencias y watches de inundaciones se extienden desde Maine hasta Carolina del Norte, mientras la lluvia sigue cayendo con fuerza. En 11 estados, desde Michigan hasta Florida, casi 543.000 clientes estaban sin electricidad, siendo Nueva York y Pensilvania los más afectados, según PowerOutage.us.
Mientras tanto, los vientos y la lluvia también han causado estragos en los vuelos, cancelándose 642 vuelos en todo Estados Unidos a primera hora del miércoles, siendo LaGuardia el aeropuerto más afectado con 82 vuelos cancelados hasta las 6:30 a.m., según FlightAware, una compañía de seguimiento de aerolíneas.
El río Bronx ha subido alrededor de tres pies desde el martes por la tarde y se encuentra justo por debajo del nivel de inundación principal a las 5:30 a.m. del miércoles, según el Servicio Meteorológico Nacional. El río Saddle en Lodi, Nueva Jersey, ha subido seis pies desde el martes por la tarde hasta alcanzar el nivel de inundación principal, y el río Ramapo en Mahwah, Nueva Jersey, ha subido más de cuatro pies durante la noche.
La tormenta es la segunda desde el fin de semana pasado y será seguida por otra más a finales de esta semana, que también traerá lluvias inundantes a la costa este. Las temperaturas llegarán a los 60F (15.6 C) en Manhattan el sábado antes de descender a temperaturas de congelación durante la noche, a medida que la tormenta se aleje, según el servicio meteorológico. En el centro de Estados Unidos, se pronostica que las temperaturas caerán a cifras de un solo dígito e incluso por debajo de cero en muchos lugares.
Los rastros de la tormenta son típicos de un invierno dominado por El Niño en el Pacífico, según los pronosticadores. Sin embargo, los sistemas individuales están muy cerca uno del otro, por lo que llegan uno detrás del otro.
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