BM prevé leve mejora para LatAm en 2024, aunque debe prepararse para los riesgos

El Banco Mundial compartió cuáles son los riesgos para el crecimiento de Latinoamérica y el Caribe en 2024, que incluyen la escalada de las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio

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Bloomberg Línea — El Banco Mundial (BM) ajustó levemente al alza sus proyecciones de crecimiento económico para Latinoamérica y el Caribe en 2024 al 2,3 %, tres décimas más de lo estimado anteriormente, lo que refleja una demanda externa más fuerte debido a la mejora de las expectativas de crecimiento de Estados Unidos, así como a un gasto público superior al previsto, según el informe.

“Si bien los efectos persistentes de la restricción monetaria previa continuarán influyendo en el crecimiento a corto plazo, se espera que su impacto se atenúe. A medida que la inflación disminuya, se prevé que los bancos centrales bajarán las tasas de interés, lo que reducirá los obstáculos al aumento de la inversión”, indicó el Banco Mundial.

“Se espera que el lastre para la actividad económica debido al endurecimiento previo de la política monetaria disminuya a lo largo de 2024″, apuntó.

Para el 2025, el Banco Mundial recortó su proyección de crecimiento en una décima hasta el 2,5%.

“El potencial de crecimiento económico está disminuyendo en el contexto de la desaceleración de la productividad total de los factores y el envejecimiento de la población”, detalló.

En el mundo, el Banco Mundial mantuvo la perspectiva de crecimiento para 2023 en 2,4 %, aunque ajustó a la baja las previsiones del 2025, hasta el 2,7%, lo que significó una baja de tres décimas.

En este sentido, advirtió que la economía mundial va camino a registrar su peor desempeño de las últimas tres décadas para un período de cinco años, aunque “las reformas destinadas a impulsar la inversión y fortalecer la política fiscal podrían ayudar a cambiar el rumbo”.

Los riesgos para la economía de Latinoamérica y el Caribe en 2024

Los riesgos para el crecimiento de LatAm y el Caribe incluyen la escalada de las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio.

El BM considera que la guerra podría perturbar los mercados energéticos y provocar un alza de los precios del petróleo.

Asimismo, sostiene que la región se enfrenta al riesgo de los fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el cambio climático.

Latinoamérica y el Caribe, por ejemplo, se ha preparado en los últimos meses contra los posibles efectos del fenómeno de El Niño, a medida que trata de luchar contra la inflación.

Se prevé que el crecimiento en ALC aumente ligeramente en 2024, hasta el 2,3%, antes de afianzarse hasta el 2,5% en 2025. Los efectos retardados de la anterior restricción monetaria seguirán pesando sobre el crecimiento a corto plazo, pero con una potencia decreciente.

Bando Mundial

Estas situaciones, indica en el documento, “representan amenazas adicionales, en particular para los sectores sensibles al clima, como la agricultura, la energía y la pesca”.

Otros factores de riesgo para el crecimiento implican la persistente inflación básica de las economías avanzadas, que podría ir acompañada de tasas de interés elevadas durante un período prolongado.

Esto “limitaría las políticas monetarias y fiscales de la región. Asimismo, una desaceleración más abrupta de lo esperado en la economía china podría tener importantes efectos secundarios en la demanda externa, lo que afectaría las exportaciones de productos básicos de la región”, indicó.

Según el Banco Mundial, en 2023 Latinoamérica y el Caribe experimentó una significativa desaceleración económica, con un crecimiento de solo el 2,2%.

Explicó que esta desaceleración se produjo en el contexto de una elevada inflación, condiciones monetarias restrictivas, debilidad del comercio mundial y fenómenos meteorológicos adversos.

En el 2024, la economía de Sudamérica crecería 1,8% (se mantuvo la proyección) y en el 2025 un 2,4% (-0,1 puntos porcentuales menos frente a la previsión anterior).

En el caso de Centroamérica, la economía crecería un 3,7% este año y 3,8% en el próximo, con una variación de -0,1 puntos porcentuales frente al estimativo anterior en ambos casos.

El Caribe crecería un 7,6 en 2024 (2 puntos porcentuales más) y 5,4 en el 2025 (-1,3). El Caribe, excluida Guyana, crecería 4,1% en 2024 (0,2) y 3,9% en 2025 (-0,1).

Dado que se prevé que la inflación en la región siga desacelerándose y converja hacia los objetivos nacionales a finales de 2024, se espera que los bancos centrales sigan reduciendo los tipos. A medida que la política monetaria se relaja, se espera que el crecimiento de la inversión repunte en 2024 y 2025. Sin embargo, no se prevé que la política fiscal apoye el crecimiento durante este periodo.

Banco Mundial

El crecimiento de las mayores economías de la región

En el caso de Brasil, se prevé que el crecimiento se desacelerará al 1,5 % en 2024, pero en 2025 se recuperará y se ubicará en el 2,2 %, de la mano de la baja de la inflación y de las tasas de interés.

El crecimiento de México se atenuará hasta el 2,6 % en 2024 y el 2,1 % en 2025, como consecuencia de la caída de la inflación y la disminución de la demanda externa.

La economía de Argentina crecerá un 2,7 % en 2024 y un 3,2 % en 2025, tras la sequía de 2023.

Según las previsiones, la trayectoria del crecimiento de Colombia mejorará del 1,2% en 2023 al 1,8% en 2024 y 3% en 2025.

En Chile, el crecimiento será del 1,8 % en 2024 y luego se acelerará al 2,3 % en 2025.

Y en Perú se espera su recuperación de la contracción de 2023, con un crecimiento del 2,5 % en 2024 y 2,3 % en 2025, respaldado por el aumento de la producción minera.

Nuevas proyecciones económicas para Latinoamérica y el Caribe

De acuerdo con las más recientes proyecciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA), el PIB de los países de Latinoamérica y el Caribe crecería un tibio 1,6% en 2024, por debajo del 2,2% del año pasado y se anotará el registro más pobre desde el 2020, cuando se contrajo un -7,3%, a medida que los tres motores económicos de la región -Brasil, México y Argentina- ven limitado su desempeño.

“Las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe se están deteriorando. El crecimiento se está desacelerando, la inflación está retrocediendo, pero sigue siendo elevada en varias economías, el margen de maniobra de la política macroeconómica es limitado y se necesita una mayor inversión para hacer frente a los retos sociales y al cambio climático”, advierte.

Las proyecciones de DESA apuntan a que luego de la desaceleración económica que afrontará Latinoamérica y el Caribe este año, el PIB repuntaría un 2,3% en el 2025.